Daños en Jandaris, en la zona rebelde siria donde los recursos para los rescates escasean. | Reuters

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Un convoy de la ONU con ayuda humanitaria ha franqueado el paso fronterizo de Bab al Hawa, que une la provincia siria de Idlib con Turquía, para entregar el primer cargamento enviado a las áreas opositoras del noroeste del país desde el seísmo inicial de hace cuatro días. Como estaba previsto, el convoy formado por seis vehículos ha entrado en el último bastión de Siria sobre las 12.00 hora local (9.00 GMT) para distribuir parte de la ayuda que ya estaba organizada para antes de los terremotos y cuyo envío se suspendió a causa de la tragedia, dijo a EFE un responsable del cruce que pidió el anonimato.

«Es una reanudación del programa de ayuda habitual de la ONU que había antes del terremoto, contienen alguna ayuda que estaba previsto que entrase antes del sismo (...) Es un buen presagio para que entre ayuda especial para el terremoto en los próximos días», consideró la fuente.

Bab al Hawa es la única vía directa de entrada de suministros a las zonas de las provincias de Idlib y Alepo en manos de la oposición siria, donde residen más de 4 millones de personas que ya antes de la catástrofe dependían de la ayuda humanitaria y cerca de 3 millones de desplazados internos. La única otra alternativa son los denominados envíos «translineales» desde áreas en manos del Gobierno de Bachar al Asad, una opción que presenta muchas limitaciones y que la ONU planea utilizar para hacer llegar un convoy al noroeste en los próximos días, según su portavoz Stéphane Dujarric.

Se trata del primer convoy en arribar a estas zonas opositoras desde el seísmo inicial la madrugada del pasado lunes, pues en los últimos días solo han pasado por Bab al Hawa coches con cadáveres de refugiados sirios fallecidos en territorio turco por los temblores. Las Naciones Unidas ya adelantaron ayer que este jueves intentarían realizar su primer envío humanitario a esta región. El número de muertos por los terremotos en todo el país se eleva ya a 3.162 y el de heridos se sitúa en al menos 5.235, incluidas las áreas en manos de la oposición y del Gobierno de Al Asad.