Vista aérea del Pentágono. | Efe

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Los objetos no identificados que Estados Unidos está derribando últimamente mientras sobrevolaban sus cielos están resultando una cuestión de interés en las últimas horas al otro lado del Atlántico. Pudiera parecer un inicio de relato de ciencia ficción, pero no lo es. La prensa seria internacional como The Washington Post se pregunta qué está sucediendo, en un momento en el que los rumores se disparan y crece la paranoia conspirativa en un país frecuentemente predispuesto para ello.

El rotativo capitalino ha dedicado una importante cobertura a estos hechos. «Otro objeto aéreo, esta vez sobre el lago Huron, derribado por militares», titulaba este lunes por la mañana, recordando cómo a pesar de que los jefes militares del «Pentágono determinaron que el objeto 'no tripulado' no significaba una amenaza como tal, optaron por derribarlo por sus posibles implicaciones sobre el tráfico aéreo». Esa es al menos la versión oficial ofrecida por fuentes gubernamentales.

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La cobertura es extensiva a todos los medios de comunicación estadounidenses, que consultan a expertos y comentan hipótesis distintas para intentar explicar qué sucede con los objetos desconocidos que últimamente han sido derribados en el cielo. Desde su atalaya en la costa este, The New York Times es más explícito aun que la competencia.

«¿Qué está pasando allá arriba? Teorías sin respuestas. Las autoridades están tratando de dar sentido a los objetos voladores no identificados sobre Alaska, Canadá y Michigan que los aviones de combate estadounidenses derribaron con misiles. Hay dos grandes preguntas en torno a los episodios: ¿Qué son los objetos? ¿Y por qué Estados Unidos parece estar viéndolos más de repente y derribando más?» se pregunta la publicación. En los casos de ambos diarios digitales se ilustran sus informaciones casi con la misma que encabeza esta información; una imagen aérea del Pentágono, la casa madre de la inteligencia y la seguridad nacionales.

Asimismo, los hechos en el cielo norteamericano tienen repercusiones más cerca de nosotros. Por ejemplo el Reino Unido ha anunciado una revisión de seguridad después de que su socio estratégico derribase una serie de objetos no identificados en el espacio aéreo occidental, incluido un presunto globo espía chino. Así, el ministro de Defensa, Ben Wallace, ha afirmado al The Daily Telegraph que «esto es otra señal de cómo el panorama de amenazas globales está cambiando para peor». «El Reino Unido y sus aliados revisarán lo que estas intrusiones en el espacio aéreo significan para nuestra seguridad» afirmó Wallace.

El apunte

Una gira oportuna

Coincidiendo con estos hechos, en Europa dará inicio una gira del máximo representante de la diplomacia china. El director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Yi, visitará Francia, Italia, Hungría y Rusia entre el 14 y el 22 de febrero, a las puertas de la conmemoración del primer aniversario de la guerra.

El arquitecto de la política Exterior china asistirá también a la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), con el foco en asuntos del interés de Pekín, como puede ser Taiwán. Desde el inicio de la contienda China ha ofrecido una imagen ambivalente, por un lado defendiendo la integridad territorial de los agentes internacionales y por otro sus legítimas preocupaciones en materia de defensa.