Carro de combate ucraniano. | Reuters

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Expertos de la ONU denunciaron el reclutamiento de prisioneros en Rusia para que militen en el Grupo Wagner, el ejército mercenario presente en la guerra de Ucrania y en otros conflictos globales, y advirtieron que esta práctica podría constituir un crimen de guerra. «Nos preocupan profundamente las informaciones sobre visitas de miembros del Grupo Wagner a distintos centros de detención de Rusia, donde ofrecen indultos a prisioneros a cambio de participar en la guerra de Ucrania y de un salario mensual para sus familiares», indicaron los expertos en un comunicado.

Los reclutamientos se llevan a cabo con prisioneros tanto rusos como de otras nacionalidades, en ocasiones bajo amenazas e intimidaciones, y sin que los presos tuvieran acceso a sus abogados o contacto con sus familiares durante sus conversaciones con los miembros de Wagner, indicaron los expertos. Los reclutas son al parecer llevados a un centro de detención en la región de Rostov (cerca de la frontera ucraniana) donde son entrenados antes de ser enviados a Ucrania, sin documentos de identificación y tras firmar bajo coacción un acuerdo con Wagner.

En el comunicado, los expertos indicaron que este tipo de reclutamientos parece haberse extendido a prisiones en la región ucraniana de Donetsk, parcialmente controlada por los invasores rusos. Las informaciones obtenidas por los expertos de Naciones Unidas indican que estos reclutas han sido desplegados tanto en la mencionada Donetsk como en Lugansk, estando a cargo de diferentes misiones que incluyen participación directa en enfrentamientos armados pero también labores de reconstrucción de infraestructuras.

«Se sospecha que han participado en violaciones de los derechos humanos perpetradas en el contexto del actual conflicto en Ucrania, incluyendo desapariciones forzadas de soldados ucranianos», subrayaron. También denunciaron que estos reclutas provenientes de cárceles sufren frecuentes amenazas y maltratos por parte de sus superiores, algunos de ellos públicamente a modo de advertencia para sus compañeros, mientras que algunos que intentaron desertar fueron ejecutados.

«Ese tipo de prácticas son violaciones de derechos humanos que podrían considerase crímenes de guerra», advirtieron, urgiendo al Gobierno ruso a «proteger a los detenidos de la violencia, la explotación y la intimidación».

Entre los firmantes del comunicado figuran los miembros de Grupos de Trabajo de la ONU para mercenarios, sobre desapariciones forzadas, y los relatores especiales para ejecuciones arbitrarias (Morris Tidball-Binz) y para la tortura (Alice Jill Edwards). El Grupo Wagner también actúa o actuó en el pasado en numerosos conflictos en el continente africano, desde Libia a Mali pasando por la República Centroafricana; también hay constancia de su participación en la guerra civil siria, y hay sospechas de que ha llegado a actuar en Venezuela.