«Los misioneros de Perú nos fijábamos en monseñor Prevost»

«Estoy muy contento con la proclamación de monseñor Robert Prevost como pontífice porque compartimos el hecho de que los dos somos misioneros en Perú y que tenemos nacionalidad peruana», comentó este viernes a este periódico el responsable de la comunidad Mallorca Missionera.
No se conocieron personalmente en ese encuentro trascendental para miles de católicos peruanos, pero sí que ha seguido con detalle el intenso trabajo pastoral que el primer papa norteamericano ha desarrollado durante décadas en Perú.

«Él era obispo de Chiclayo, en el norte del país, mientras que yo estaba más al sur. Nos separaban entre 12 y 13 horas en coche. Aun así, es alguien que destacaba y los misioneros nos fijábamos en su itinerario vital porque era un ejemplo», aseguró García, que actualmente también es rector de la parroquia de s’Arenal de Llucmajor.

«Viví siete años seguidos allí, pero antes viajé muchas veces al país, donde nació mi vocación como sacerdote. Sigo yendo una o dos veces al año porque tenemos una casa de acogida de niños y niñas en situación de pobreza en Pachacamac, al sur de Lima», señala el religioso mallorquín. Desde 1985, el actual papa venía desarrollando labores pastorales en diferentes lugares del país sudamericano.

En 2014, después de muchos años yendo y viniendo entre su Chicago natal y tierras peruanas, el papa Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Chiclayo, a los que saludó en su primer discurso desde el balcón de la basílica de San Pedro.