La marca española ha realizado un gran trabajo y se nota en la mayoría de los apartados importantes del vehículo.

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El Seat León ST será probablemente el encargado de sustutuir al EXEO, que ya sólo se encuentra en el mercado en una sola motorización, la TDI de 143 CV. Es la primera vez que el León adquiere este tipo de carrocería, lo cual supone todo un reto para la marca.

Estéticamente se trata de un automóvil con una carrocería más larga que la del vehículo del cual deriva, lo cual hace que la versatilidad sea uno de sus puntos fuertes. La parte delantera no presenta cambios respecto a la versión corta, con unos faros muy atractivos gracias a su iluminación LED; el que hemos probado contaba con la opción Full Led delante y detrás, muy efectiva en la conducción nocturna.

La parte posterior también viene muy marcada por esta iluminación, además de recordarnos bastante a los faros que llevan los nuevos Audi A3, hace falta una remodelación más a fondo porque ya hace tiempo que este modelo cuenta con esta estética.

PROPULSOR
El propulsor que hemos probado es el segundo más «pequeño» de la familia de los diésel (el 1.6 TDI de 105 CV) que, como en el resto de los automóviles del grupo, se muestra como un motor muy equilibrado con el que poder llevar una conducción alegre sin renunciar a un consumo muy reducido.

Para este propulsor Seat ha optado por una caja de cambios de 5 velocidades, que son bastante cortas y, si se le puede poner un pero, tal vez es el accionamiento de las marchas, que es un poco demasiado tosco.

La aceleración del propulsor es más que decente y parece que acelera más rápidamente de 0 a 100 Km que lo que la empresa marca (11 segundos). La velocidad máxima también es más que suficiente, teniendo en cuenta las restricciones de las carreteras españolas.

CONSUMO
El consumo es otro de los apartados en el cual el León ST se comporta de forma impecable, lo cual se agradece mucho teniendo en cuenta el precio del combustible. El fabricante marca un consumo medio de 3,9 litros y nosotros, en un ciclo combinado, hemos conseguido poco más de 5 litros, lo cual supone un gasto de gasoil muy razonable.

El comportamiento del ST es muy ágil para ser un coche con esta carrocería, a lo cual ayuda que no haya aumentado demasiado el peso respecto de la versión no familiar, que de por sí ya es un vehículo bastante ligero. En las curvas es donde el León ST demuestra más esta agilidad y firmeza de la suspensión.

En cuanto al interior, se nota que se ha hecho un esfuerzo para que sea un automóvil de última generación, una afirmación que se sustenta en una pantalla central desde la cual se pueden manejar muchas de las funciones del vehículo, con un ordenador de a bordo muy completo o con un navegador muy práctico.

Los acabados no están del todo conseguidos, ya que hay algunos plásticos de no excesiva calidad y en las puertas hay tela que tiende a mancharse con demasiada facilidad y su durabilidad puede ser algo dudosa.

El cuadro donde se encuentran el velocímetro y el cuentarrevoluciones también es muy moderno y está dominado por una pequeña pantalla central a color donde se va mostrando toda la información que se desee, aunque está muy compartimentada y no se puede mostrar más que una cifra al mismo tiempo.