El nuevo Forfour se caracteriza por tener una línea muy redondeada, donde las ópticas adquieren mayor protagonismo gracias a su aumento de tamaño. | Miquel Àngel Llabrés

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Regresa al mercado el Smart Forfour, después de que se fabricara sólo durante poco más de dos años, entre 2004 y 2006. Esta vez, a diferencia de la primera versión, se ha optado por un motor trasero con tracción también posterior. Otro cambio importante respecto al primer modelo es que ahora, estéticamente, se parece muchísimo a la versión de dos plazas, porque el anterior era muy diferente, quizá excesivamente.

Como anécdota, de la primera versión estaba previsto que se lanzara una versión muy deportiva, con un propulsor de 177 CV, aunque se quedó en el olvido al sustituirse este proyecto por una versión de 500 unidades con un motor de 122 CV, que recibió el nombre de SportStyle. También se quedó en un cajón la versión todoterreno que debía nacer bajo el nombre de «Formore».

Esta nueva versión se caracteriza por tener una línea mucho más redondeada y moderna, con unos faros delanteros de mayores dimensiones, lo que le da una apariencia más juvenil, sin ser muy rupturista. La parrilla delantera es de pequeñas dimensiones y está rodeada por unos parachoques muy envolventes.

La parte posterior se caracteriza por unos faros más o menos cuadrados, que casan muy bien con los delanteros, lo que le confiere una sensación de unidad muy coherente y atractiva.


PROPULSOR
La oferta mecánica arranca con un motor atmosférico de 999 cc con 71 CV y 91 Nm de par a 2.850 rpm, que es el que hemos probado nosotros. El tope de gama lo conforma un motor turboalimentado de 898 cc de 90 CV y 135 Nm de par.
Este propulsor de 71 CV cuenta con unas prestaciones suficientes para llevar una conducción más o menos alegre sin problema.

La aceleración, sin ser excesiva, sí que basta para poder hacer adelantamientos sin muchas dificultades. El hecho de tener cambio manual permite forzar un poco más las marchas. La recuperación del motor es un poco más lenta, aunque no destaca en negativo para nada.

El consumo medio asignado por la marca de 4’2 litros dista poco de los 6 que hemos conseguido nosotros, aunque hay que decir que hemos realizado la prueba sin tener muy en cuenta el tipo de conducción.

En carretera el Forfour se comporta de forma muy estable, aunque lleva un tarado de suspensión más bien blando, pero está muy bien pensado para que no tienda a sobrevirar ni a subvirar en absoluto. Lo que sí se consigue es que los pasajeros vayan sentados de forma cómoda. La dirección es bastante sensible, sin ser molesta, y el radio de giro es muy reducido, lo que facilita muchas maniobras.

INTERIOR
El interior ha cambiado bastante respecto a la versión anterior y tiene algunos elementos comunes con los del nuevo Twingo, aunque siempre con un toque personal proporcionado por la marca alemana, sobre todo en los materiales, donde se combinan plásticos de calidad y telas de forma muy bien pensada, y al ver el resultado que han dado en el modelo precedente, parece que es una muy buena opción.

La pantalla del marcador es de color, lo cual se agradece. En esta aparecen toda una serie de elementos que hacen que conducir de forma eficiente se haga mucho más fácil que en la mayoría de vehículos que se encuentran en el mercado.

En cuanto al equipamiento, el vehículo se puede completar con multitud de elementos hasta el punto de poder llegar casi a duplicar el precio.