El propulsor de un litro de este renovado modelo ofrece una gran finura de funcionamiento, además de unas prestaciones muy interesantes

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Hace once años se puso a la venta la primera versión del Kia Cee’d, que en esta última variante ha perdido el apóstrofe, que se había mantenido hasta ahora. Esta evolución del nombre tiene mucho que ver con la que ha recibido el modelo en sí, que ha mejorado ostensiblemente en todos los aspectos.

Al Kia Cee’d se le hizo un restyling en 2015, que varió muy poco en la estética en sí y en el interior, aunque sí que se le realizaron mejoras importantes en cuanto a equipamiento y motores.

En esta ocasión la cosa es muy diferente, porque los cambios se ven a simple vista, con una modernización total del modelo, lo mires por donde lo mires. La parte delantera incorpora unos faros muy del gusto europeo, muy estirados hacia la parte lateral del vehículo, con lo que se consigue una estética interesante, ayudados por una parrilla en forma de nido de abeja y con unos faldones bastante prominentes.

La parte posterior está muy bien conseguida, incluso más que la delantera. Dispone de unos faros también alargados con iluminación led, que están muy bien acompañados por un parachoques más bien bajo y por una salida de escape cromada.

MOTOR

Como hemos avanzado antes, el Kia Ceed que hemos probado esta semana lleva el propulsor 1.0 TGDI de 120 CV de gasolina, que ya tuvimos la oportunidad de probar en el Hyundai i30 Fastback.

Se trata de un motor que también nos ha gustado en el nuevo Ceed al ser muy equilibrado. Con este propulsor, la marca coreana entra de lleno en la carrera de la mayoría de las marcas de equipar sus vehículos de gasolina con propulsores con baja cilindrada y potencia más que suficiente, con lo que se consigue una mayor eficiencia energética, sin duda.

Cabe recordar que la ‘guerra’ de vehículos de baja cilindrada la empezó en su día Ford con sus galardonados e interesantísimos Ecoboost.

Con este motor, este modelo ofrece unas prestaciones más que interesantes, aunque le falta un poco de aceleración en bajas vueltas y en la recuperación también se queda un poco corto. Donde más cómodo se encuentra este motor es a partir de las 2.500-3.000 vueltas, donde la aceleración es mucho más notable. Los 11,1 segundos que tarda para acelerar de 0 a 100 Km/h es una muestra de lo que hemos dicho, que tiene un nervio controlado.

El comportamiento en carretera del nuevo Kia Ceed es bastante neutro, lo cual ayuda a que en las curvas se muestre firme y que se puedan trazar a velocidad más bien alta sin que el vehículo tienda a subvirar ni a sobrevirar en ningún momento. La velocidad de 190 Km/h también es bastante notable.

El consumo de 5,6 litros a los 100 Km anunciado por la marca, nosotros, en una conducción mixta, los hemos elevado hasta los 6,2, una cifra que está muy bien teniendo en cuenta que se trata de un modelo de gasolina.

El interior es otro aspecto destacable de este modelo. Nos ha sorprendido el excelente espacio interior y las calidades de los materiales utilizados, que han mejorado ostensiblemente en todos los aspectos. Los recurrentes plásticos han desaparecido prácticamente del mapa. Los cinco posibles ocupantes del vehículo van muy cómodos sin que las piernas padezcan en absoluto una falta de espacio, al contrario. El equipamiento en seguridad y tecnológico también se ha multiplicado exponencialmente, lo cual es interesante para evitar accidentes y disfrutar de viajes más placenteros.