Claudio Graciano, junto a su BMW E-30 de 1988 que compró en Madrid, donde pasa los meses de invierno. | Michel's

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Claudio Graciano es un empresario argentino del sector de la restauración afincado desde hace más de medio siglo en España y desde hace dos en nuestra comunidad. Aunque en realidad vive a medio camino entre Madrid y Mallorca, si bien la Isla se lleva la mejor parte, ya que tiene un restaurante, La Portella, en Costa de la Calma dedicado a la gastronomía argentina.

Pues bien, Claudio tiene entre otras aficiones la de coleccionar clásicos y a lo largo de los años ha conseguido hacerse con una modesta, pero interesante, colección. Nos cuenta que todo esto le viene de familia, pues su padre ya era un gran amante de los clásicos, por eso desde pequeño le gustó este mundillo y siempre que ha visto una oportunidad de adquirir un coche en buenas condiciones y que le gustara lo ha hecho.

En cuanto a este vehículo, un BMW E-30 de 1988, es un coche que compró en Madrid de segunda mano hace diez años y que estaba en muy buenas condiciones. Nos cuenta que su anterior propietario era una persona mayor que apenas lo utilizaba y que lo tenía siempre encerrado en un garaje, por lo que su situación era bastante buena.

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Nos comenta que el coche no está restaurado, sino conservado, dado el buen estado que tenía cuando lo compró, por lo que lo único que ha hecho es mantenerlo lo mejor posible en su estado original. Aunque nos comenta que no lo utiliza demasiado, ahora lo tiene aquí para la temporada, pero cuando se traslada a Madrid suele utilizar otro vehículo para sus desplazamientos diarios. Su objetivo es conservarlo lo mejor posible durante un tiempo hasta que su hijo Nicolás termine de sacarse el carnet de conducir y pase a ser dueño del coche. Como a su padre, a Nicolás también le gusta el mundo de los clásicos y aunque es muy joven seguro que seguirá la afición de su padre y de su abuelo.

Claudio sigue con su afición y si bien no se vuelve loco, siempre tiene en mente algún proyecto para seguir realizando. Aunque se dedica a la restauración, afirma que es un buen mecánico y casi todas las reparaciones o reformas que han necesitado los vehículos que ha ido comprando a lo largo de estos años las ha llevado a cabo con sus propias manos.

Asegura que es algo que le entretiene muchísimo y que no le importa dedicar su tiempo libre a estos menesteres, de hecho le gusta dedicar parte de su tiempo libre a reparar y mantener el perfecto estado sus vehículos.

En estos momentos sólo tiene tres, pero no descarta en un futuro adquirir algún otro coche que encuentre por ahí y que le guste. Como él dice, es una forma de pasar el tiempo y además divertirse, ya que la mecánica es una de sus pasiones. En estos momentos dispone de esos tres coches, pues le gusta ir comprando y restaurando para luego venderlos con la idea de iniciar nuevos proyectos con otros vehículos.