La carrera energética entre fabricantes de la automoción se centra en desarrollar pilas más duraderas y con mayor autonomía.

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La carrera tecnológica de estos años es, sin duda, la de las baterías eléctricas y de hidrógeno de los vehículos con cero emisiones. Casi todos los fabricantes están desarrollando grandes avances y dedicando grandes cupos de su producción en este tipo de movilidad (también por las presiones legislativas que llegan desde la Unión Europea, en algunos casos).

Uno de estos avances que ya lleva un tiempo haciéndose de rogar y que los defensores del coche eléctrico están esperando con ansias son las nuevas baterías de Tesla que, según su CEO Elon Musk, tendrán una vida útil de más de un millón de kilómetros. En concreto, 1’6 o un millón de millas.

Este proyecto de Tesla se está desarrollando bajo el nombre Roadrunner y en un principio se está centrando en fabricar nuevas celdas propias con una mayor durabilidad y un coste más reducido.

Pese a que uno de los grandes ejes en los que se centran estas investigaciones es la autonomía de las pilas, por otro lado también preocupa enormemente su vida útil. Estos proyectos se centran en ese aspecto, ya que además de reducir el coste de mantenimiento del coche (al superar la batería incluso la vida útil del vehículo), estas pilas podrían ser reutilizadas durante aún más años.

Se anunció que estas novedosas baterías, que podrían suponer una gran revolución en el mundo de los transportes y del desarrollo de la movilidad eléctrica, se presentarían en el Battery Day de Tesla, que estaba programado en abril.

La situación internacional actual obligó a posponer el evento y la última fecha conocida era a finales de mayo, pero también ha vuelto a cancelarse. Se rumorea que la presentación se hará, finalmente, en dos partes: una primera online en julio y una física hacia el último trimestre del año.