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Acaba de llegar al mercado europeo la nueva generación de los Jazz, en dos versiones diferentes, la normal y la denominada Crosstar, que es la que hemos probado en esta ocasión. Los Jazz son vehículos del segmento B cuya primera unidad fue puesta a la venta en el año 2001 y del cual se han vendido en España unas 25.000 unidades, lo cual dice mucho y bien de este modelo.

MOTORIZACIÓN

Los nuevos Jazz llegan a Europa con una única motorización híbrida y cuentan con la practicidad de siempre del modelo, junto con un esquema de propulsión que combina un motor de combustión con transmisión e-CVT y dos motores eléctricos con un funcionamiento muy particular.

Se trata de un vehículo por el que siempre he sentido una cierta debilidad, porque aúna tres conceptos fundamentales para mí en un vehículo: la FPC (Fiabilidad, Practicidad y Comodidad).

Honda

La variante Crosstar se distingue de la «normal» por ser un poco más larga (4,09 metros), tener una altura libre al suelo algo mayor (15,2 centímetros frente a los 13,6 del Jazz normal), equipar neumáticos diferentes y tiene una estética más exclusiva y campera, con una parrilla específica, revestimientos de color negro en los pasos de rueda, llantas de aleación de 16 pulgadas y acabado bicolor, barras de techo de serie o una tapicería impermeable, por ejemplo.

La suspensión también tiene una puesta a punto específica, si bien los componentes son idénticos. La propulsión de este vehículo es muy particular e innovadora, ya que cuenta con tres en uno: un motor térmico de gasolina de 1.5 litros Atkinson y dos eléctricos. El motor de gasolina puede impulsar las ruedas delanteras, permanecer parado o generar electricidad, mientras que de los dos motores eléctricos uno se utiliza como generador y el otro mueve las ruedas delanteras.

Lo más interesante es la distribución inteligente que se hace de la energía. Cuando arrancamos el coche el motor térmico se queda parado y el coche se mueve con el motor eléctrico en modo EV, a no ser que superemos un nivel de demanda con el acelerador o la batería se consuma.

PRESTACIONES

Las prestaciones del nuevo Jazz destacan por acelerar de 0 a 100 kilómetros hora en 9,4 segundos, alcanzar los 175 km/h y tener un consumo de unos 4,5 litros cada 100 kilómetros (en el ciclo WLTP). Nosotros sólo hemos conseguido elevar el consumo hasta los 5,1 litros, que también es un consumo muy bajo.

El comportamiento en carretera es bueno, gracias a unas suspensiones bastante equilibradas, como en la mayoría del resto de generaciones del Jazz, aunque como hemos dicho antes, con un tarado un poco más duro, que no penaliza la comodidad de sus ocupantes. Se trata de un vehículo bastante dinámico, sin ser deportivo, obviamente.

INTERIOR

El interior es otro de los apartados en los que el Jazz ha recibido mejoras, tanto en lo que se refiere a las calidades, que huye de los plásticos ruidosos, que los ha sustituido por una tela de calidad que tiene que aguantar el paso del tiempo, el sol... La sensación de amplitud en las plazas delanteras y traseras es realmente increíble teniendo en cuenta las dimensiones del vehículo.

Tres adultos caben perfectamente en las plazas traseras, que son fáciles de convertir en más espacio para los paquetes que podamos transformar. Es un sistema que me tiene totalmente enamorado y que no entiendo cómo no hay otras marcas que lo hayan incorporado a sus vehículos. El maletero, por su parte, también es muy práctico y permite almacenar objetos de tamaño considerable.