Prestaciones de auténticos deportivos y carrocerías SUV. Esta es la combinación que ofrecen las versiones SVR de Jaguar y Range Rover que el Equipo de Operaciones Especiales del fabricante británico ha actualizado recientemente mejorando todavía más sus impresionantes prestaciones gracias a su poderoso propulsor V8 e incrementando su nivel de confort y conectividad a unos niveles asombrosos. Unos modelos al alcance de unos pocos privilegiados que, además, pueden ser personalizados con todo tipo de detalles.
F-PACE SVR
Comenzando por el F-Pace SVR, el buque insignia de los SUV de Jaguar, pese a que estéticamente no llama su atención por ninguna estridencia, podemos destacar las nuevas entradas de aire y ventilación, el revisado paragolpes, la calandra complementada con rejillas laterales de mayores dimensiones, un nuevo faldón más aerodinámico, un capó más prolongado que incorpora una joroba central más ancha con tomas de aire a los lados, los faros más finos con el distintivo gráfico ‘Chicane’, las llantas de 22” en acabado Gloss Black y los cuatro tubos de escape situados en el paragolpes posterior que acentúan su deportividad.
Sin embargo, lo más destacado del F-Pace SVR se centra en su impresionante propulsor V8 de cinco litros turboalimentado que desarrolla 550 cv con par máximo de 700 Nm, veinte más que en la anterior versión. Con dicha potencia no debe extrañarnos que sea capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas cuatro segundos y que alcance los 286 km/h de velocidad punta. Unas prestaciones que dejan bien a las claras de lo que es capaz este vehículo cuyo consumo se sitúa en torno a los 12,2 litros/100 km.
Otro aspecto interesante se centra en la mejora de los sistemas de transmisión D y chasis, con una nueva función Dynamic Launch que aprovecha la inercia de la transmisión para mantener la potencia en las ruedas durante el cambio de marcha, lo que permite disfrutar de una aceleración más intensa con salida parada.
RANGE ROVER MÁS POTENTE
Para los que quieren disfrutar de unas prestaciones similares pero con la carrocería Range Rover, el fabricante británico ofrece la opción del Sport SVR, que también se ha convertido en el Land Rover más rápido de la historia. Viene equipado con el mismo propulsor que el Jaguar, el V8 5.0 sobrealimentado, pero incrementa su potencia hasta los de 575 cv. Teniendo en cuenta sus mayores dimensiones y peso, el rendimiento es algo inferior, ya que necesita 4,5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y tiene su velocidad punta limitada electrónicamente a los 283 km/h. Equipa la transmisión automática ZF 8HP70 de ocho relaciones perfectamente escalonadas para obtener el mejor rendimiento.
Un detalle a resaltar se centra en su sistema de escape activo de dos etapas con válvulas controladas electrónicamente, optimizando la calidad del sonido, las prestaciones y estética, proporcionando una banda sonora inspirada en los coches de carreras.
Destaca también la versión SVR Carbon Edition con el capó de fibra de carbono y el techo en contraste negro, además de detalles interiores y de equipamiento específicos para los que todavía quieran un plus de exclusividad.
