Prueba del nuevo Tesla Model Y: convincente en todo

Se comercializa en dos versiones, ambas con dos motores, tracción total y más de 500 Km de autonomía

Este nuevo Tesla Model Y destaca por los cambios que ha recibido sobre todo en los grupos ópticos delanteros y traseroa | Foto: M. Àngel Llabrés - Fotos: Miquel Àngel Llabrés

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Tesla nació en 2003 con la ambiciosa intención de revolucionar la industria del automóvil, apostando por la movilidad eléctrica en un momento en que casi nadie creía en ella. Desde entonces, la marca americana ha sido sinónimo de innovación y ha marcado un antes y un después en el mercado, primero con el Model S, luego con el Model 3 y, desde 2020, con el Model Y. Este último, un SUV de tamaño medio basado en la plataforma del Model 3, ha conseguido ser uno de los modelos más populares de la firma, sobre todo en Europa.

Ahora, el Tesla Model Y acaba de recibir una actualización que, aunque más o menos discreta en lo visual, supone una mejora importante en aspectos clave. La evolución sigue siendo la vía elegida por la marca: no hay un cambio radical de imagen, pero sí ajustes sutiles que optimizan su rendimiento.

A nivel de diseño exterior, los principales cambios se encuentran en unos grupos ópticos anteriores y posteriores rediseñados, más eficientes y con una nueva firma lumínica, en unos paragolpes ligeramente retocados para mejorar la aerodinámica, y en nuevas llantas que afinan tanto la estética como la eficiencia de marcha. En la parte delantera se nota mucho porque se han reducidi a la mínima expresión.

La silueta del Model Y se mantiene fluida y limpia, favoreciendo un coeficiente aerodinámico muy bajo, de apenas 0,23. Su tamaño, con 4,75 metros de largo, 1,92 metros de ancho y 1,62 metros de alto, sigue siendo equilibrado: ofrece buena presencia en carretera, pero sin llegar a resultar voluminoso en entornos urbanos.

Nosotros hemos probado la nueva versión Propulsion, que monta un único motor eléctrico situado en el eje trasero. Cuenta con 299 CV de potencia y 420 Nm de par, cifras que se traducen en una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 6,9 segundos. La batería tiene una capacidad bruta de 60 kWh y ofrece una autonomía homologada de 455 kilómetros según el ciclo WLTP.

Durante nuestra prueba, alternando trayectos urbanos, carreteras secundarias y autopista, hemos registrado consumos medios entre 15,5 y 17 kWh cada 100 kilómetros, lo cual es una cifra realmente buena para un SUV eléctrico de este tamaño y peso. Lo que se ha traducido en una autonomía de 432 Km, una cifra suficiente.

Cabe destacar que la gama Model Y también cuenta con otras dos versiones: el Long Range, con dos motores y tracción total, que alcanza una autonomía homologada de 533 km, y el Performance, más enfocado a quienes buscan mayores prestaciones, con 514 km de autonomía.

El Model Y sigue siendo un coche que resulta muy fácil de conducir en todo tipo de condiciones. En ciudad, la suavidad del motor y la excelente visibilidad permiten moverse con total comodidad, mientras que en carretera abierta demuestra una gran estabilidad y un aplomo notable incluso a velocidades elevadas. El Model 3 ofrece, por su parte más sensación de dinamismo que este Model Y.

La dirección es precisa, la respuesta al acelerador inmediata y la sensación general al volante es de ligereza y solidez al mismo tiempo. Además, gracias al bajo centro de gravedad que proporciona la batería situada en el suelo del vehículo, las inercias están muy controladas, y eso se nota especialmente en curvas enlazadas, donde se comporta con bastante agilidad para su tamaño.

El interior del Tesla Model Y mantiene el estilo minimalista que caracteriza a todos los modelos de la marca. El protagonismo absoluto recae en la pantalla central de 15 pulgadas, desde la que se controlan prácticamente todas las funciones del coche: climatización, navegación, multimedia, ajustes del vehículo e incluso la apertura de la guantera.

Los menús son intuitivos y responden de manera rápida, aunque puede requerir un pequeño periodo de adaptación para quienes estén acostumbrados a botones físicos tradicionales. La calidad de los materiales ha mejorado respecto a las primeras unidades del Model Y: ahora se aprecian ajustes más cuidados, tapizados de mejor tacto y algunos detalles como que aportan una sensación más agradable al conjunto.

En cuanto a comodidad, el Model Y resulta muy espacioso. Las plazas delanteras son amplias y los asientos, aunque de diseño sencillo, son cómodos incluso en trayectos largos. Detrás, el espacio para las piernas y la altura libre al techo son más que generosos, lo que permite viajar con total confort a pasajeros de cualquier estatura.

Además, uno de los grandes puntos fuertes del Model Y sigue siendo su capacidad de carga: el maletero trasero ofrece nada más y nada menos que 854 litros de capacidad en configuración normal, ampliables abatiendo los asientos posteriores, y se complementa con un segundo maletero en la parte delantera (el conocido "frunk"), que añade unos 117 litros adicionales, ideal para llevar cables de carga, mochilas o pequeños objetos.

Podéis encontrar y probar este impresionante modelo en el concesionario Tesla de Palma, situado en la calle Gremi de Porgadors, nº 9 del polígon de Son Castelló.