CIU. Artur Mas y Duran i Lleida durante el acto de cierre de la campaña electoral - Reuters

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La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y la presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, arremetieron ayer en el cierre de campaña del PP catalán contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y lanzaron contra él críticas por los casos de presunta corrupción que afectan a CiU. En el mitin final de campaña en Cerdanyola del Vallès, Cospedal aseguró que los catalanes se merecen gobernantes que sean de fiar, y no "gobernantes que digan que es normal tener cuentas fuera, en Suiza, porque luego se viene, se declara y se blanquea el dinero".

"No quieren gobernantes a los que les parezca normal que se saquee el Palau y el dinero de todos los catalanes para que se vaya no sabemos adónde", ha continuado Cospedal, mientras que Camacho ha exigido a Mas que se defienda ante la Justicia y no se presente como víctima de ataques externos."No busque enemigos para tapar posibles casos de corrupción de su partido", ha advertido la líder del PP catalán, que ha asegurado que el único enemigo que tiene actualmente Catalunya es la crisis económica y el paro. Los populares cierran así una campaña que, en su segunda mitad, ha girado principalmente sobre el borrador policial que apunta a posibles casos de corrupción de CiU, y a la posibilidad de que Mas y el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol tengan cuentas en paraísos fiscales.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reprochado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que haya convocado elecciones anticipadas que han contribuido a "generar una gran división" y ha dicho que espera que tras los comicios "vuelva la sensatez y el sentido común" porque si no "las cosas van a ser muy complicadas".

Así lo ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo de Bruselas cuando se le ha preguntado si comparte el diagnóstico de los que plantean estos comicios como un plebiscito de la propuesta soberanista y cuál es la lectura que cree que hay que hacer de los resultados que se produzcan el próximo domingo.

El jefe del Ejecutivo ha recordado que él "siempre" dijo que "no tenía sentido celebrar" estas elecciones porque "aún quedaban dos años para el final del mandato" de Artur Mas y ha subrayado que "la prioridad" en este momento en Cataluña y España es "luchar contra la crisis, trabajar para crear empleo y generar crecimiento económico".