Los trabajadores de la cadena pública valenciana protestaron ante la entrada del edificio - Efe

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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía ejecutaron ayer en las instalaciones de Radiotelevisión Valenciana (RTVV) la orden de cierre de la televisión pública, que fue desconectada a las 12.19 horas entre protestas de cientos de trabajadores que resistieron en directo desde la medianoche.

La emisión se fundió a negro doce horas después de que una edición especial del Diari Oficial de la Comunitat Valenciana publicara el acuerdo del Consell para el cese de las emisiones de los servicios de Radiotelevisión Valenciana, y que la radio autonómica dejara de emitir. Fueron doce horas de agonía para los trabajadores de la televisión pública valenciana, que emitieron un programa especial en directo a la espera de que se ejecutara el cierre, en un estudio donde los presentadores estuvieron acompañados de más de un centenar de trabajadores y diputados de los grupos de la oposición.


Comunicado

De madrugada, RTVV comunicó a los trabajadores que desde ayer se encontraban de permiso retribuido y que no tenían que ir a trabajar, aunque fueron acudiendo al centro e impidieron la entrada de los liquidadores a la sala de control para ejecutar el cierre.

El técnico que había sido reclamado para informar sobre la forma de cortar las emisiones, apodado «Paco Telefunken», se negó a hacer el trabajo requerido y abandonó ayer por la mañana el centro de producción de programas de Burjassot «por decisión personal».

La radio autonómica volvió a emitir por la frecuencia de su segundo canal, Sí Ràdio, que conectó con lo que ocurría en directo en la televisión, y sus presentadores aún estuvieron hablando diez minutos tras el fundido antes de dejar de emitir voluntariamente y ofrecer sólo música.

Durante la mañana, la seguridad privada de RTVV impidió el acceso de cámaras, redactores y personal técnico al centro y cortó los accesos al aparcamiento, por lo que centenares de trabajadores, junto a ciudadanos y periodistas de otros medios de comunicación, se concentraron en las afueras del perímetro vallado.

Tras una denuncia por «usurpación y coacción» de RTVV, el Juzgado de Instrucción 1 de Paterna ordenó el desalojo «inmediato» de las instalaciones y que se haría «por la fuerza policial» si no se hacía de forma voluntaria.


Despedida

Minutos antes del fundido a negro y cuando parecía inminente la entrada policial, trabajadores y políticos de la oposición invitados al programa especial se despidieron de los espectadores entre lágrimas, aplausos y gritos de «Fabra dimisión», y aseguraron que era el principio de «la nueva televisión valenciana».

Los diputados de PSPV-PSOE, Compromís y EU coincidieron en recriminar al Gobierno valenciano que haya «huido como ratas» a celebrar la reunión del pleno en Ibi (Alicante), en pedir elecciones anticipadas y en augurar que la televisión pública valenciana «volverá».