El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso (i), estrecha la mano del presidente del Parlamento heleno, Evangelos Meimarakis. | Efe

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El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, puso este lunes a España e Irlanda como ejemplo de los logros conseguidos durante la crisis económica, pero instó a seguir adelante con las reformas hasta que bajen los niveles de desempleo.

«Muchos de los Estados miembros que han recibido programas de ayuda tienen sus mercados en mejor situación económica que países que no recibieron ayuda», señaló Barroso en una intervención en el Parlamento Europeo (PE), en la que se refirió expresamente a España e Irlanda.

Barroso celebró que ambos países estén abandonando los programas de asistencia financiera comunitaria, que en el caso español se limitó al sector bancario, pero recordó que los elevados niveles de desempleo no permiten hablar del final de la crisis y obligan a seguir adelante con las reformas.

«Es importante saber cuál era la situación y cuál es la situación ahora», explicó Barroso.

El jefe del Ejecutivo comunitario recordó que el déficit ha disminuido, que se han hecho reformas estructurales y que ha mejorado la competitividad, pero recalcó que las situaciones económicas y sociales siguen siendo complicadas.

«Nos enfrentamos sobre todo a la tragedia del desempleo, en especial al problema concreto del desempleo juvenil», destacó y razonó que por este motivo la CE no ha cambiado sus prioridades para 2014.

En este contexto, Barroso consideró necesario una consolidación fiscal que favorezca el crecimiento, así como una armonización de las políticas que permita reducir las grandes diferencias que aún existen entre Estados miembros.

«Poco a poco Europa está volviendo a despertar, estamos dejando atrás la recesión, pero esto no es suficiente para declarar que la crisis se ha terminado», aseguró.

«Tenemos que seguir prestando atención al aumento del crecimiento y la competitividad», añadió.

Barroso hizo estas declaraciones en la segunda conferencia interparlamentaria celebrada hoy en la Eurocámara y centrada en la gobernanza económica y el unión monetaria.

El político portugués aprovechó este encuentro con representantes de los parlamentos nacionales y de la cámara europea para hacer recuento de todas las políticas puestas en marcha durante la crisis, así como un llamamiento al PE y al Consejo de la UE para que lleguen a un acuerdo antes de las elecciones europeas de mayo sobre el mecanismo de resolución bancaria.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, coincidió con Barroso en urgir a ambas instituciones a que avancen rápidamente en las negociaciones

«Insto al PE y al Consejo a que lleguen a ese consenso sobre la resolución bancaria lo antes posible para contar con la base legal necesaria», indicó Van Rompuy, quien considera que el acuerdo para crear una unión bancaria muestra «el pleno compromiso de nuestros líderes».

Van Rompuy también consideró que pese a haber dejado atrás las más graves amenazas a la eurozona, aún hay que seguir insistiendo en las reformas estructurales.

Desde Grecia, que este semestre ocupa la presidencia de turno de la UE, el presidente del Parlamento nacional, Vangelis Meimarakis, pidió ante los diputados que los Estados miembros establezcan un sector bancario verdaderamente «sólido e inmune a posibles crisis y amenazas"

«Si no centramos nuestros esfuerzos en los problemas de la economía real no vamos a alcanzar nuestros objetivos», afirmó, al tiempo que aseguro que «justicia y transparencia» son los dos elementos que deben acompañar todos los esfuerzos para que las políticas tengan credibilidad, sean aceptadas por el pueblo y sean eficaces.

La conferencia interparlamentaria de hoy reunió a unos 150 representantes de parlamentos nacionales y de la Eurocámara y su celebración se enmarca dentro de la semana parlamentaria europea.