Efectivos policiales junto a la entrada del bar de Zaragoza en el que un hombre de 62 años armado con una pistola lleva dieciocho horas atrincherado, al parecer, tras haber sido abandonado por su pareja a la que prestó dinero para pagar el traspaso del local en el que está encerrado. | EFE

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El hombre armado que permanecía atrincherado en un bar de Zaragoza desde las 23.00 horas del lunes se ha suicidado minutos antes de las siete de la tarde de este martes, han confirmado a Efe fuentes de la Policía Nacional.

El hombre, llamado Luis Pedro R.G. y de 62 años, llevaba atrincherado pero sin rehenes dentro del bar Maxi 2 de la calle La Salina de Zaragoza desde el lunes por la noche, y durante todo el día un equipo de negociadores de la policía ha intentado convencerle para que depusiera su actitud, finalmente sin éxito.

Una portavoz de la Policía Nacional ha explicado a los medios de comunicación en el lugar de los hechos que los agentes, después de un encierro que se prolongaba durante diecinueve horas, han decidido entrar en el bar porque se habían agotado ya «todas las posibilidades de negociación», la situación estaba «estancada» y no se percibían «avances».

Cuando los policías han accedido al interior del local, han disparado dos cargas aturdidoras y varias ráfagas de cargas de gas con el objetivo de aturdir al hombre y conseguir que desistiera.

En ningún momento, han agregado las fuentes, la policía ha disparado armas de fuego.

Una vez en el interior del bar, los policías han notado al hombre «sereno, cansado y agotado» y han intentando durante veinte minutos evitar el fatal desenlace.

Pero después, el atrincherado se ha metido en una pequeña estancia del local y ha sido en ese momento cuando se ha escuchado el disparo con el que Luis Pedro R.G. ha acabado con su vida, supuestamente con el arma de fuego de pequeñas dimensiones que portaba.

«No se ha podido hacer nada» por evitarlo, ha asegurado la portavoz policial, quien también ha recalcado que el equipo negociador ha tenido «mucha paciencia» y ha desarrollado un «intenso trabajo» y en ningún momento «ha perdido la esperanza» de que el hombre accediera a abandonar su encierro.

En el transcurso de la negociación, Luis Pedro R.G solicitó algunas cosas «banales», como cigarrillos, y también hablar directamente con sus familiares, que conversaron con él desde la puerta del bar protegidos con chalecos antibalas.

De hecho, su hermana, sus hijos y su expareja han acudido hasta el lugar para colaborar con el equipo negociador e intentar convencerle para que saliera.

Respecto a los motivos que han podido llevar a este hombre a protagonizar los hechos, la portavoz de Policía Nacional remite a la investigación que se ha abierto, pero ha recordado que durante la negociación Luis Pedro R.G no ha formulado ninguna petición concreta.

El equipo negociador ya ha comunicado a los familiares de Pedro R.G su fallecimiento.

Hasta el lugar de los hechos se ha desplazado ya el forense y la comisión judicial, pero se espera aún la llegada de los servicios que se harán cargo del levantamiento del cadáver.

Desde la noche del lunes, han participado en este operativo los Grupos de Homicidios y de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, la Patrulla de Seguridad Ciudadana, el Grupo de Operaciones Especiales y dos negociadores de la Comisaría General de la Policía Judicial de Madrid, además de la Policía Local y servicios sanitarios.