El exsecretario general de UGT-Madrid José Ricardo Martínez Castro (centro), uno de los imputados en este procedimiento, a su llegada a la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. | MARISCAL

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El exmiembro de la Comisión de Control de Caja Madrid Rafael Eduardo Torres Posada, ha explicado en la séptima sesión de juicio por el uso presuntamente fraudulento de las tarjetas 'black' que han sido «cabezas de turco» y, al igual que el resto de encausados, ha endurecido sus críticas contra Bankia, que ejerce la acusación particular.

Torres Posada junto con Francisco José Pérez Fernández y Miguel Angel Abejón, también miembros de esta Comisión, han respondido, a preguntas de las partes, que recibieron la Visa de manos del entonces vicesecretario general del Consejo de Administración de Caja Madrid, Vicente Espinosa, aunque no coinciden en su versión ante el tribunal sobre si éstas eran de libre disposición o se las entregaron en calidad de gastos de representación.

Así, cuando el fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, les ha insistido -como viene haciendo con el resto de acusados interrogados- en si era para gastos de representación o no, Pérez Fernández y Miguel Angel Abejón, han aseverado que era un plástico de libre disposición «para cualquier tipo de gastos» que no eran necesario justificar y que nunca se le pidió reembolso.

Rafael Eduardo Torres Posada ha respondido, por su parte, que se le dijo que era para gastos de representación relacionados con su labor dentro de Caja Madrid, aunque ante la insistencia del representante del Ministerio Público en este punto concreto, ha precisado que no es su función entrar en el concepto jurídico y que se puede entender como gastos propios de la función.

Torres Posada ha recalcado que hizo uso de su tarjeta -a la que cargó un total de 82.381 euros- gastos relacionados con la compra de ropa para el desarrollo de su función o recarga de teléfono móvil. La Fiscalía entiende que los 65 exaltos cargos y directivos de Caja Madrid y Bankia cometieron un delito continuado de apropiación indebida.

Estos tres miembros de la Comisión de Control, para los que el Ministerio Público pide una pena de prisión de dos años y seis meses y una multa de 63.000 euros, han coincidido en que Espinosa les dijo que la caja extinta se encargaría de lo relacionado con la fiscalidad de los plásticos -con límite para ellos de 25.000 euros- y que en el certificado que se les remitiría para hacer la declaración de la renta, ya venía incluidos los gastos efectuados con ellas.

«Tú no te preocupes que aquí no hay ningún problema», afirma Torres Posada que se les dijo.

Facturas falsas

Al igual que la totalidad de los acusados que han declarado hasta el momento, estos tres miembros de la Comisión de Control han rechazado la prueba pericial aportada por Bankia en la que se detalla el desglose de gastos de todos los acusados con compras en joyerías, tiendas de lujo, gastos para viajes y restaurantes, afirmando que no tiene ninguna veracidad.

A pesar de no haber sido preguntado por ello todos se han negado a reconocer ese desglose de desembolsos y que suma un total de 12,5 millones por todas las compras hechas entre 2003 y 2012. «Sé fehacientemente que esa hoja en mi caso al menos es errónea y por lo tanto no la reconozco. Bankia me imputa un aparcamiento el 29 de agosto de 2012 en la calle Montalbán y es imposible porque me retiraron la tarjeta en 2011», ha dicho por su parte Miguel Angel Abejón, en la entidad entre 2001 y 2011.

«A mi se me ha causado un daño personal y familiar muy grave», ha explicado Torres Posada quien ha agregado que además Bankia les abrió un expediente disciplinario. «Cada vez estoy más convencido de que somos cabezas de turco para pagar algo. Nunca he incurrido en gastos personales, siempre en gastos relacionados con la función. Espero sentencia favorable del tribunal pero aún así hemos consignado en la cuenta del Juzgado (de la Audiencia Nacional) la cantidad que aparece en la hoja Excel», ha sentenciado.