La gripe tiene incidencia en el aumento de casos que llegan a las Urgencias de los hospitales.

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La saturación de las Urgencias de los hospitales está llenando las redes y los medios de casos de personas que esperan horas en los pasillos, como el de una anciana de 93 años que el pasado día 4 tuvo que esperar 13 horas en una silla en un pasillo de las Urgencias del Hospital de Bellvitge (Barcelona).

Esta paciente, según ha denunciado su hija, Mercè Pérez, acudió a Urgencias con bronquitis, gripe y tensión arterial alta, y, tras ser atendida, estuvo sentada en una silla en un pasillo durante 13 horas, sin que le dieran de comer, esperando el resultado de pruebas y un diagnóstico.

En una carta enviada a los medios de comunicación, la hija de la paciente ha asegurado que los profesionales del hospital «nos han pedido que pusiéramos una queja para promover alguna solución al problema de los colapsos».

Pérez ha explicado que ha decidido enviar la carta a la prensa porque ha sabido por los profesionales del centro que «el hospital dispone de más plantas, cerradas por los recortes».

Por su parte, fuentes del hospital han rebatido estas afirmaciones y han explicado a Efe que «el hospital funciona al cien por cien» y que aunque hay «mucha actividad» y se alcanzan las 350 urgencias diarias, el centro no está colapsado ni tiene plantas cerradas.

Sin embargo, las mismas fuentes han informado de que el Hospital de Bellvitge abrió doce nueva camas en Urgencias, otras ocho en hospitalización y cuatro en el área de semicríticos.

El portavoz del hospital ha explicado que todos los pacientes «están bien atendidos desde que entran y que han de superar un proceso de cribado», que delimita la urgencia y la gravedad de la afección.

Pese a la larga espera, Pérez ha subrayado en su carta «el alto nivel» de médicos, enfermeros y todo el personal del hospital, que permiten que las urgencias «sigan adelante».