El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, al fondo, durante la reunión con los representantes sindicales del sector de la estiba y la patronal Anesco. | Efe

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La reunión entre el Ministerio de Fomento, los estibadores y la patronal ha acabado sin acuerdo, por lo que los sindicatos mantienen la convocatoria de paros parciales para los próximos 20, 22 y 24 de febrero en protesta por la reforma del sector, que el Gobierno aprobará esta semana.

Así lo ha señalado a los medios, tras la reunión, el coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), Antolín Goya, quien ha añadido que Fomento no ha convocado más encuentros para seguir con el proceso de negociación

En las próximas horas Fomento fijará los servicios mínimos para los tres días de huelga de cara a garantizar el funcionamiento de los puertos y el abastecimiento durante las movilizaciones de los estibadores, ha anunciado el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar.

Aunque Goya ha dicho que los sindicatos han presentado hoy alternativas, se han encontrado con una postura cerrada de Fomento, que mantiene que la única solución para dar respuesta a la sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de diciembre de 2014 es el real decreto ley que se aprobará el próximo viernes, sin ninguna modificación.

Tras precisar que los sindicatos estaban dispuestos a desistir de crear un registro, si es lo que impide avanzar, pero siempre que haya garantías de profesionalidad y empleo para los estibadores, Goya ha considerado que Fomento ha abierto este nuevo diálogo con las partes implicadas sólo para «simular un proceso de negociación».

Para los estibadores, es «esencial» que los trabajadores de la estiba tienen que tener un nivel formativo alto y, sea cual sea el modelo final, debe existir una garantía para ellos.

Sin embargo, Gómez-Pomar ha explicado que la parte sindical ha vuelto a presentar el mismo documento que el 24 de julio de 2015, que gira sobre la exigencia de un registro de trabajadores y una restricción a la libre contratación, algo a lo que se opone la Comisión Europea.

Fomento considera una «sorpresa» que los sindicatos hayan presentado el mismo documento que la CE ha rechazado «expresamente» y por escrito.

Según Gómez-Pomar, cuestiones como la subrogación, las relaciones laborales o la organización de trabajo son asuntos propios de los convenios colectivos, que deben adaptarse al nuevo sistema y para cuya negociación sindicatos y empresas tienen un año de plazo.

Fomento ha introducido en el decreto las máximas medidas de flexibilización posibles, ha destacado Gómez-Pomar, que añadió que la posición de la patronal «es mucho más radical».

La Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (ANESCO) ha mostrado su oposición a varias medidas recogidas en la nueva ley.

El secretario de Estado ha recordado que el real decreto ley que aprobará el próximo Consejo de Ministros ha sido examinado por la CE y cumple con los requisitos de la sentencia, cuyo incumplimiento acarrearía a España una nueva multa de más de 134.000 euros diarios, aparte de la sanción de más de 21 millones que ya acumula.

Cuando el Congreso convalide el decreto, la CE elevaría al colegio de comisarios la adopción de la decisión de la retirada de la demanda, por lo que Gómez-Pomar ha apelado a la responsabilidad de los grupos parlamentarios para que respalden la reforma.

La patronal ha vuelto a denunciar las «acciones ilegales de huelgas encubiertas selectivas» por parte de los estibadores y «actos vandálicos», con una bajada en la productividad de hasta un 80 %.

Goya ha expresado el malestar de los estibadores por que se use «una técnica muy antigua» de menospreciar y dar una mala imagen de un colectivo antes de acometer su desregulación.

Según Goya, los estibadores «lo hemos sufrido esta semana y es algo que nos molesta porque somos un colectivo serio y productivo y lo único que defendemos es nuestro puesto de trabajo. No nos queremos sentir culpables y privilegiados por tener un contrato indefinido».

No obstante, ha reconocido que no se trabaja con la misma predisposición cuando tienes una tranquilidad y un futuro claro que cuando te plantean que en 30 días, cuando se convalide el decreto, te van a despedir a razón de 20 días por año trabajado.