ETA atentó contra un todoterreno de la Guardia Civil en Palmanova el 30 de julio de 2009. | Archivo

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Las asociaciones y colectivos de víctimas del terrorismo han recibido el comunicado de ETA con incredulidad e indignación por la distinción que la banda hace al pedir únicamente «perdón» de forma expresa a aquellas «que no tenían una participación directa en el conflicto».

El comunicado ha generado múltiples reacciones entre las víctimas e incluso 21 organizaciones han firmado un comunicado en el que anuncian que seguirán reclamando justicia y no admitirán que «quienes causaron tanto sufrimiento y dolor pretendan encontrar atajos».

Estas asociaciones han considerado que las disculpas a las víctimas eran «imprescindibles pero hace muchos años que debían haberse producido y han asegurado que resulta inadmisible que pretenda diferenciarse entre dos tipos de víctimas, las 'ajenas al conflicto' y las que en opinión de los terroristas no lo eran».

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Mari Mar Blanco, ha dicho que la palabra perdón queda muy bien en un comunicado pero está vacía de contenido porque a día de hoy ni reconocen de manera unilateral el daño cometido y siguen hablando de conflicto y de víctimas de dos bandos.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo de Euskadi (Covite) ha considerado inaceptable que ETA las diferencie entre culpables e inocentes y pida perdón solo a una parte de ellas.

Por su parte, el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, ha opinado que con el comunicado ETA solo busca el acercamiento de los presos etarras al País Vasco y es un gesto para que el PNV se lo exija al Gobierno a cambio de aprobar los presupuestos generales del Estado.

Asociaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, uno de los colectivos más atacados por ETA, también han querido dejar constancia de su malestar por el comunicado.

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha señalado que la petición de perdón de ETA a las víctimas y sus familias «no es sincera», mientras que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado que la banda ha vuelto a atentar contra la memoria de este Cuerpo, entre ellos los dos centenares largos de víctimas y sus familiares, entre los que se encuentran niños asesinados.

La Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo ha criticado que ETA haga distinción entre las víctimas y ha precisado que, aunque «parece pedir perdón», realmente «solo lo hace al pueblo vasco».

También han reaccionado distintas asociaciones de víctimas autonómicas. La andaluza ha exigido a ETA su perdón «sin mentiras ni justificaciones"; la extremeña ha considerado que el reconocimiento del «daño causado» llega «muy tarde"; la catalana ha afirmado que no se «cree» el perdón; la navarra ha señalado que la organización terrorista pretende «lavar su historia, reescribir el relato» y la castellanoleonesa espera que el Gobierno y los jueces «no caigan en la trampa» de ETA.

Más positivo ha sido el periodista Gorka Landaburu, víctima de un atentado de ETA en 2001, que ha tachado el comunicado de «importante» porque hace cierta «autocrítica». También Rosa Rodero, viuda del sargento de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA en 1993, ha considerado que el comunicado de ETA es «positivo» porque es «un paso más» hacia su desaparición y la paz. No ha sido de la misma opinión la eurodiputada del PP Teresa Jiménez Becerril, hermana del concejal sevillano Alberto Jiménez Becerril, asesinado junto a su esposa por ETA, que ha dicho no creerse el «perdón cínico y selectivo» de la banda.

La eurodiputada de UPyD Maite Pagazaurtundua, hermana de Joseba Pagazaurtundua, asesinado en 2003, ha dicho que creerá en la asunción del daño causado por ETA si en los próximos días «no montan un circo» para «intentar repartir responsabilidades».