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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que España «cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias» y acoja al barco Aquarius, en el que se encuentran más de 600 personas abandonados a su suerte en el Mediterráneo.

El Gobierno informa en un comunicado de la decisión del jefe del Ejecutivo y adelanta que el destino del buque será el puerto de Valencia.

«Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional», afirma el comunicado del Gobierno.

El Ejecutivo está en coordinación con la Generalitat valenciana para la llegada del buque, barco Aquarius de la ONG francesa Sos Méditerranée con 629 inmigrantes a bordo y cuya entrada en Italia ha sido denegada por las autoridades de ese país.

Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, informaba a los periodistas antes de participar en un almuerzo del Club Siglo XXI de que había dado su autorización a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para que el puerto de Valencia acoja al Aquarius.

Puig ha subrayado que se trata de razones humanitarias y ha lamentado que el barco esté, en estos momentos, «abandonado» en el Mediterráneo de forma «profundamente injusta».

Entre los 629 inmigrantes que viajan en el barco, que ha pasado la noche con los motores parados a 35 millas de Italia y 27 de Malta, hay 123 menores no acompañados, 11 de ellos niños pequeños y siete mujeres embarazadas, rescatados en la jornada de ayer.