José María Aznar y Gabriel Rufián, en dos imágenes tomadas durante la comparecencia del primero en el Congreso. | Efe

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El durísimo «cara a cara» entre el expresidente del Gobierno José María Aznar y el portavoz de ERC en la Comisión de Investigación sobre la supuesta financiación ilegal del PP, Gabriel Rufián, ha estado salpicado de duros cruces de reproches, con acusaciones de «golpista» o de no tener vergüenza.

La intervención de Rufián en el interrogatorio a Aznar ha comenzado acusando al expresidente del Gobierno de defender la intervención en Irak como «señor de la guerra» y de no tener «vergüenza» por ser el presidente de un partido con decenas de cargos condenados por corrupción.

«No tiene vergüenza, defiende un partido fundado por golpistas del año 36», ha denunciado Rufián, exhibiendo una camiseta en memoria del cámara José Couso, asesinado en Irak.
Ha evocado Rufián la boda de la hija de Aznar en El Escorial, a la que asistieron políticos implicados en casos de corrupción y los propios cabecillas de la trama Gürtel, comenzando por Francisco Correa.

«Eso no era una boda, sino un cártel», ha dicho el portavoz de ERC, que ha reprochado a Aznar que se «solidarice» con Eduardo Zaplana, en prisión enfermo de leucemia.

Le ha contestado Aznar, que ha lamentado el «histrionismo» de Rufián para intentar ser el protagonista de la comisión y en los medios de comunicación por medio de «frases tabernarias» que no merecen «ni el más mínimo de sus desprecios» por su «falta de vergüenza».

Cara a cara

En un «cara a cara» con constantes interrupciones, y que ha sacado de quicio al presidente de la Comisión, el diputado de NC, Pedro Quevedo, y a los diputados del PP, que han protestado sonoramente, Aznar ha reprochado a Rufián que sea el representante de un partido golpista «que quiere destruir el orden constitucional» y con personas en prisión acusadas de rebelión y sedición.

Un partido, como ERC -ha añadido Aznar- que apoya al Gobierno del PSOE, «que vende munición de precisión» a Arabia Saudí.

El expresidente del Gobierno ha aprovechado para advertir al Gobierno de Pedro Sánchez de que este tipo de «errores» en política exterior «se pagan de manera muy dura» y conviene tenerlos en cuenta antes de llegar a los cargos.

Y sobre las acusaciones de Rufián de que Aznar presidió un partido fundado por «golpistas», el expresidente del Gobierno se ha remontado al año 1934, año en el que ERC -ha dicho- también participó en un golpe contra el Gobierno legítimo de la República.

«Ahora han querido dar otro golpe y tiene a sus principales dirigentes en prisión, acusados de rebelión y sedición», ha denunciado.

Aznar ha pedido a Rufián que diga qué pruebas tiene para asegurar que la boda de su hija con Alejandro Agag pudo pagarse con fondos ilegales.

«Si no lo hace está faltando a la verdad», ha criticado el expresidente del Gobierno después de que el portavoz de ERC le haya comparado con Vito Corleone, protagonista de El Padrino.

Rufián le ha preguntado a Aznar «si duerme bien» después de haber promovida la guerra de Irak y ha expresado su deseo de que «algún día» sea juzgado por una corte internacional de Derechos Humanos.

Tras el diputado de ERC, ha intervenido Óskar Matute, de EH-Bildu, quien ha preguntado al expresidente del PP si «vio sobres» en el partido y se cobraron sobresueldos.

«No he visto ningún sobre», ha contestado Aznar, quien ha asegurado que él solo recibió retribuciones en su condición de diputado y presidente del partido.

En su opinión, resulta «verdaderamente increíble» que Matute le pregunte por «sobres» cuando, según ha dicho, pertenece a un partido heredero de la antigua Batasuna que «era parte de ETA» y se benefició de secuestros y extorsiones.