El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia antes los medios en el Palacio de La Moncloa. | Juan Carlos Hidalgo

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Pedro Sánchez ha dibujado este viernes una España que ha «cambiado a mejor» en los siete meses que lleva como presidente del Gobierno y ha advertido de que su vocación es agotar la legislatura y llegar a 2020, aunque no ha aclarado si adelantará las elecciones en caso de no sacar adelante los presupuestos.

El jefe del Ejecutivo ha hecho el tradicional balance del año en una comparecencia ante los medios en la que ha presumido, por un lado, de sus medidas económicas y sociales, y por otro de su forma de hacer política, incluida su apuesta por el diálogo con Cataluña.

Ha dirigido no obstante un mensaje al presidente de la Generalitat, Quim Torra: Hay que pasar de la «mera voluntad de diálogo al diálogo real» enmarcado siempre en la Constitución y el Estatuto. Porque todo lo demás, ha alertado, «son monólogos».

Más difícil ha visto la comunicación con el líder de la oposición, Pablo Casado, a quien ha acusado de llevar al PP a una «involución», mientras alertaba a populares y a Ciudadanos de que acabarán radicalizándose por pactar con Vox, como han hecho en Andalucía.

Además, ha lanzado una dura advertencia al prometer que utilizará «todos los instrumentos del Estado» que estén a su alcance si el futuro Ejecutivo andaluz «pone en cuestión o recorta derechos y libertades» de las mujeres, a la vista de algunas de las reivindicaciones de Vox, como la de derogar la ley de violencia de género.

«En siete meses el Gobierno ha hecho más por los asuntos que preocupan a los ciudadanos que el anterior en siete años» ha asegurado Pedro Sánchez en su intervención inicial, en la que ha recordado que su proyecto es «progresista y europeísta, feminista y ecologista».

Y ha explicado que su gestión está girando en torno a tres ejes: La regeneración democrática, la modernización de la economía y el fortalecimiento de la cohesión social.

El presidente, que llegó al Gobierno tras una moción de censura que ha considerado un «revulsivo regenerador» de la democracia, también ha defendido su apuesta de estos meses por la agenda exterior, que ha demostrado con sus innumerables viajes.

Gracias a dicha apuesta, en su opinión, «España ha vuelto a la escena internacional».
Pese a la insistencia de los periodistas pidiéndole que explique cuál es el escenario político que maneja si no consigue sacar adelante los presupuestos, Pedro Sánchez ha respondido en todo momento de forma escueta y sin dar pistas.

«El Gobierno va a trabajar para aprobar los presupuestos», «el Gobierno aspira a aprobar los presupuestos» y «la vocación del Gobierno es agotar la legislatura» han sido algunas de sus frases para responder a las preguntas de los medios sobre un posible adelanto electoral en caso de unas cuentas del Estado fallidas.

Antes, Pedro Sánchez ha subrayado el propósito del Gobierno por la estabilidad frente al «desorden» que, a su juicio, propugna la oposición.

Ha defendido, además, su «mirada amplia» y «no estrecha» de la Constitución, ha señalado que el Gobierno «se reivindica como constitucional» y ha subrayado, en un claro mensaje a la derecha, que la Carta Magna «no es patrimonio de ninguna ideología ni partido, sino de todo los hombres y mujeres que formamos España».

En este contexto, el presidente ha vuelto a defender las dos reformas constitucionales que promueve el Ejecutivo para limitar aforamientos y retirar del texto la palabra «disminuido».
Con el mensaje de que en 2019 se «consolidará el cambio» iniciado y con su defensa de un «diálogo sin confrontación» ha querido despedir Sánchez esta comparecencia en la que también ha hablado de una de sus promesas estrella, el traslado de los restos de Franco fuera del Valle de los Caídos.

Tras insistir en que el procedimiento es «garantista» ha admitido que la exhumación puede seguir retrasándose.

«Si hemos esperado cuarenta años, esperar unos meses más no es un problema, al menos para este Gobierno», ha dicho.