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El presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha ofrecido este martes a Unidas Podemos «altas responsabilidades» en instituciones del Estado que no están supeditadas al Consejo de Ministros y ha anunciado que este jueves día 5 se reunirán los equipos negociadores de ambos partidos.

En un acto público para presentar el «programa común progresista» al que ha asistido la práctica totalidad del Gobierno en funciones, de la Ejecutiva Federal y organizaciones de la sociedad civil, Sánchez ha anunciado una Oficina de cumplimiento del acuerdo, si lo hay, dependiente del Ministerio de Hacienda; sendas comisiones de seguimiento en el Congreso y el Senado y la creación de un mecanismo de verificación reforzado en el que participe la sociedad civil.

Sánchez ha asegurado que con esta propuesta se atiende «de buena fe» las peticiones de Podemos y además se dan «garantías absolutas» del cumplimiento del programa y «acceso al ejercicio del poder».

Y ha dicho que a la sociedad española y a los dirigentes de Podemos tiene que quedarles claro que no quieren «votos gratis» en su investidura.

Sánchez ha explicado que se trata de una «triple garantía» que permita la «activa y reforzada» participación de Unidas Podemos en la gobernanza del país.

El también secretario general del PSOE se ha declarado «listo» para que sus equipos negociadores inicien reuniones con Podemos en la búsqueda de un gobierno progresista y ha asegurado que la disposición de los socialistas al acuerdo es «sincera y total».

«Si ha fallado la confianza, trabajemos juntos por reconstruirla» ha dicho el presidente a los de Iglesias a quienes ha recordado que «si no se dan las condiciones para convertirnos en socios de gobierno, no por eso debemos enemistarnos. Es posible ser aliados leales».

Sánchez ha afirmado que no hay «ni una sola razón objetiva» para que el 10 de noviembre haya otras elecciones. Y ha apelado para que en esa fecha «estemos debatiendo en el Parlamento una nueva ley, la de la eutanasia», por ejemplo.

«Hagamos que ese día 10 de noviembre nos encuentren trabajando en poner fin a los abusos de la contratación temporal, de la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, de hacer sostenible el sistema de pensiones o luchando contra los alquileres desorbitados», ha dicho.

«Que ese día (el 10 de noviembre) nos encuentren transitando hacia el diálogo» ha comentado Sánchez que también ha apelado por afrontar la «crisis de convivencia» que se vive en Cataluña con «diálogo, diálogo y diálogo».

En ese sentido y sobre Cataluña, Sánchez ha ofrecido hablar con la Generalitat de «encuentro y no ruptura, estatuto de autonomía y no referéndum de autodeterminación que quiebra la convivencia y sitúa a la sociedad en un callejón sin salida, como vemos en algún país cercano al nuestro».

Sánchez ha continuado con un discurso en el que ha reiterado la voluntad del Gobierno de no ir a elecciones porque «este mes puede estar en pie una alianza progresista que haga realidad lo que votaron los ciudadanos el 28 de abril».

«Y España puede tener un gobierno progresista que encare los desafíos. Está en nuestro alcance. Construyamos confianza», ha aseverado.

Sánchez ha recordado a Podemos que la gobernanza del país no termina con el Consejo de Ministros, sino que incluye relevantes instituciones «con funciones muy destacadas en distintos ámbitos, desde el fiscal, al jurídico o lo energético».

Ante un auditorio de medio millar de personas, Sánchez ha pedido que no se le exija la concreción detallada de esa oferta que queda para el encuentro con Unidas Podemos.
Y sí ha adelantado que esta propuesta incluye «responsabilidades capitales» al frente de instituciones y órganos que no están supeditados al Consejo de Ministros.

«Esta es nuestra oferta para el camino del entendimiento que es amplia, generosa, responsable para con el país y metódica», ha precisado.

Sánchez también se ha dirigido a las formaciones de la derecha constitucional, a quienes ha reiterado la «abstención técnica para facilitar un gobierno progresista» y ha hecho un llamamiento a su responsabilidad.

No obstante, ha dicho ser consciente de que es «imposible» contar con su apoyo y se ha referido en concreto a Cs, que no ha querido siquiera reunirse.

Por ello, ha admitido, que es «inútil» apelar a las fuerzas conservadoras para que España salga del bloqueo institucional. «La derecha ha demostrado que entre el PSOE y el independentismo siempre preferirán al independentismo, y la confrontación a la convivencia».