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La OCDE ha decidido aplazar «sine die» la publicación de los resultados de las pruebas de lectura del informe PISA para España, prevista para el 3 de diciembre, al haber detectado anomalías en su realización que podrían suponer un sesgo en la evaluación final.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) afirmó en un comunicado que, aunque no se ha detectado «ningún error técnico ni manipulación» en esos resultados, «algunos datos muestran un comportamiento de respuesta inverosímil por parte de los estudiantes».

En concreto, hubo un gran número de alumnos que respondieron con una rapidez ilógica a una serie de preguntas en una nueva sección sobre la fluidez lectora.

Utilizaron menos de 25 segundos para más de 20 preguntas, cuando los estudiantes que prestaban atención dedicaban entre 50 segundos y más de dos minutos.

Además, las respuestas seguían un cierto patrón, como decir a todas «sí» o «no».

Por todo eso, fuentes de la OCDE indicaron que el origen del problema que se está investigando parece ser más una cuestión de quitarse el cuestionario de encima rápidamente que de fraude.

Los resultados de lectura debían hacerse públicos junto a los de las pruebas de matemáticas y de ciencias que también realizaron los alumnos españoles, como los de los 79 países y territorios que participan en PISA. La divulgación, en este caso parcial para España, se hará el 3 de diciembre.

Este incidente ha llevado a la organización, de acuerdo con España, a aplazar esa publicación a más tarde, cuando se entiendan las causas y las consecuencias.

Se trata de evitar casos similares en el futuro y examinar si este problema de la fluidez lectora ha afectado a otras partes de la prueba de lectura.

Los test de PISA se vienen realizando desde 2000 para poder comparar las capacidades de los alumnos de 15 años de diferentes países e identificar así carencias y modelos en los que fijarse.