La princesa Corinna.

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La Fiscalía Anticorrupción ha enviado una comisión rogatoria a Suiza para acceder a los datos que dispongan sobre una supuesta donación de 65 millones de euros desde una fundación panameña vinculada a Juan Carlos I a una cuenta de su amiga Corinna Larsen.

Según han confirmado fuentes jurídicas y ha adelantado el diario.es, la petición de auxilio judicial a la Fiscalía de Suiza, cursada hace un mes aproximadamente, se produce en el marco de las diligencias de investigación que tiene abiertas Anticorrupción en relación al pago de posibles comisiones en la adjudicación del AVE a La Meca (Arabia Saudí).

El pasado octubre, la Fiscalía suiza pidió a su vez a la Audiencia Nacional los audios del encuentro que mantuvieron en Londres en 2015 el excomisario José Villarejo y la que fuera amiga del rey emérito para incorporarlos a la investigación que tiene abierta a presuntos testaferros de Juan Carlos de Borbón en cuentas bancarias en ese país.

Fuentes jurídicas han confirmado a Efe que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha remitido ya a la Fiscalía suiza esos audios, intervenidos en la operación Tándem en la que fue detenido en 2017 el excomisario José Villarejo.

El pasado martes, el diario suizo Tribuna de Ginebra, publicó que el fiscal especial Yves Bertossa, que investiga esos hechos, encontró evidencias del movimiento de 100 millones de dólares por parte de los gestores de cuentas en Suiza, Dante Canónica y Arturo Fasana -que fue investigado en España por gestionar las cuentas que tenía en Suiza el líder de Gürtel Francisco Correa-.

En este marco, el fiscal tomó declaración el pasado 19 de diciembre a Fasana, Canónica y a Corinna Larsen, quien en sus audios aludió a ambos como presuntos testaferros del monarca.

Según el citado diario, la Fiscalía suiza considera que los 100 millones de dólares que llegaron a una cuenta en Panamá de la fundación Lucum proceden del rey saudí Abdul Aziz Al Saud, y que el beneficiario único de esa fundación sería Juan Carlos I.

Al estallar el escándalo de la cacería en Botswana en 2012 la entidad bancaria aludió a su «reputación» y le pidió que retirara los fondos.

Fue entonces cuando el dinero salió hacia una cuenta de Corinna Larsen en otro banco suizo con sede en Bahamas, si bien el monarca habría reservado un millón para otra «antigua amante» residente en Ginebra, según el periódico suizo.

A raíz de esta información, los abogados que representan a Corinna emitieron un comunicado en el que explicaban que en 2012 su cliente recibió un regalo «no solicitado» del rey emérito, «quien lo describió como una forma de donación para ella y su hijo, con los cuales él se había encariñado».

«La donación se documentó claramente como un regalo, y las empresas de servicios profesionales y los bancos realizaron el cumplimiento y la diligencia debida necesarios sobre los fondos».

En cuanto al acuerdo del AVE, los abogados sostienen que Corinna no participó en ello y que, en ningún caso, ese hecho «no tiene conexión con estos fondos. Una mirada rudimentaria a la cronología del origen de los fondos muestra esto claramente», concluyen.

En las conversaciones que Corinna mantuvo con el excomisario José Villarejo, esta hizo referencia a comisiones que don Juan Carlos presuntamente percibió por el contrato del AVE a La Meca adjudicado en 2011 a un consorcio de doce empresas españolas, entre ellas la constructora OHL.

Esas supuestas comisiones habrían ascendido a 80 millones de euros abonados a la mujer de un empresario saudí, quien habría entregado la mitad a un empresario español y este a su vez le habría dado todo, o parte, a don Juan Carlos, según reveló.

El anterior instructor, Diego de Egea, al igual que la Fiscalía, decidió archivar esa pieza al concluir que solo se contaba con el relato de Corinna y que en los documentos analizados no existía ningún dato que justificara esas manifestaciones, que además se referían a hechos ocurridos antes de la abdicación de Juan Carlos I, por lo que el rey era entonces inviolable.

Al cerrar la pieza, el magistrado acordó no obstante remitir a la Fiscalía la parte relativa al AVE y meses después Anticorrupción abrió unas diligencias de investigación, en cuyo marco, el fiscal Luis Pastor interrogó a Corinna en la sede del Serious Fraud Office (SFO) en Londres, donde reside la empresaria alemana.

Durante su declaración, la que fuera amiga del rey emérito aseguró no haber tenido «ninguna participación en el acuerdo del AVE» y que la información de la que disponía era «lo que terceros le dijeron».