La demanda de asistencia a domicilio se dispara y exigirá más servicios profesionalizados, | Servimedia

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La demanda de servicios asistenciales a domicilio está creciendo a un ritmo muy relevante, con una previsión de más de un millón y medio de persona atendidas para final de este año, por lo que serán necesarios «servicios profesionalizados» para ofrecer una respuesta adecuada a esta situación, según indica el análisis del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.

Señala que todas las previsiones muestran una tendencia de crecimiento sostenido en los próximos cinco años y añade que «son cifras referidas a la asistencia organizada, pero la realidad del sector muestra unas magnitudes mucho mayores al existir todo un universo de familias que organizan sus necesidades de asistencia de forma privada, contratando asistentes y cuidadores por su cuenta».

El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada ha reunido a un grupo de expertos que han analizado todo el mundo de la asistencia domiciliaria y una de sus principales conclusiones es que la amplitud y complejidad de las necesidades que se avecinan en este sector van a obligar a las familias a recurrir a los servicios profesionalizados «en detrimento de las opciones privadas».

Concluyen que «asistir y cuidar a mayores en el entorno domiciliario es una actividad esencial que no se puede dejar en manos de cualquier persona ni de cualquier propuesta. Cada necesidad asistencial exige el asistente adecuado».

Este grupo de expertos explica que la complejidad crece sin cesar y los riesgos que pueden asumir las familias si abordan esta tarea de forma directa son cada vez mayores. Riesgos asociados a la falta de preparación de los cuidadores que contratan y riesgos asociados a la asunción directa de responsabilidades de todo tipo con esos cuidadores, que pueden ir desde las meramente administrativas y fiscales, sociolaborales, hasta penales.

El análisis del Instituto Coordenadas destaca que cada vez se hace más necesario el recurso a servicios profesionalizados que proporcionen garantías de cumplimiento de las demandas de cada usuario y eliminación de todos los riesgos inherentes a esa contratación.

«El paradigma en el mundo de la asistencia es contratar servicios asistenciales, no asistentes o cuidadores. El boca oreja para recomendar cuidadores en el ámbito domiciliario solo va a ser viable en casos de demostrada experiencia del cuidador y de excelente experiencia por parte del asistido. Todo el universo asociado a lo que se conoce como empleado del hogar para cubrir necesidades asistenciales está ya obsoleto», recalca.

El grupo de expertos que ha realizado el análisis expone que cubrir las necesidades asistenciales de una persona en el entorno domiciliario exige una planificación selectiva de las necesidades durante un amplio periodo de tiempo; y es algo que no se puede improvisar, ni dejar en manos exclusivamente de «acciones bienintencionadas, pero carentes de cualificación».

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Formación adecuada

Por ello, apuestan el «asistente específico» a la hora de seleccionar al personal adecuado, ya que «es un universo complejo que exige una consideración individualizada». Subrayan la importancia de apostar por asistentes con formación adecuada y sometidos a un programa de seguimiento de su actividad en el ámbito domiciliario.

Auxiliares de enfermería, auxiliares de geriatría o trabajadores familiares son los perfiles de formación adecuados en este entorno, dicen los expertos del Instituto Coordenadas.

También consideran esencial la exigencia de servicios completos y flexibles. Desde una asistencia puntual a otra completa que cubra todo el día, con opción de servicios de urgencia o extraordinarios, ya sea en el domicilio del asistido o donde se requiera; hospitalizaciones, por ejemplo. Cualquier incidencia, disfunción o imprevisto debe estar incluido en la oferta de servicios asistenciales. «Por parte de las familias contratantes no puede haber sorpresas o detalles asistenciales sin cubrir», recomiendan.

Recuerdan que todas las contrataciones y las obligaciones sociales y fiscales deben ser asumidas por las empresas prestatarias de los servicios. «Son estas compañías las que deben responsabilizarse de las nóminas, retenciones fiscales, seguros sociales, vacaciones, pagas extraordinarias, rescisiones de contratos, indemnizaciones, finiquitos y todas las gestiones asociadas a la contratación del personal asistente».

Los analistas del Instituto Coordenadas han examinado la realidad del mercado asistencial y junto a empresas que cubren todas estas exigencias y proporcionan servicios de calidad han localizado a otras que actúan como meros intermediarios, como agencias de colocación de personal para asistencia a domicilio.

El Instituto alerta sobre los riesgos asociados a este tipo de empresas. «Frente a una apariencia de oferta de servicios asistenciales completos lo que hay es una simple y dudosa intermediación laboral, en la que la familia es la que contrata en realidad a los asistentes, aunque los trámites los haga esa intermediaria. Y es la familia la que asume todos los riesgos asociados a esa contratación. Es un modelo de negocio dentro del mundo asistencial abocado a la extinción o a reducir su actividad dada la reducida calidad de los servicios que ofertan», advierte.

Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente Ejecutivo del Instituto Coordenadas, señaló que «el mundo de la asistencia domiciliaria cambia a velocidad de vértigo y la demanda de servicios cada vez más eficiente sigue esa tendencia. Ya no valen las recomendaciones de terceros ni la búsqueda aleatoria de asistentes. La eficiencia en la cobertura de las necesidades exige recurrir a servicios cualificados y profesionales, individualizados para cada necesidad concreta».