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Vox se opone a la retirada de la estatua de Francisco Franco de Melilla, la última que queda del dictador en una vía pública española. Denuncia que el «rodillo de la izquierda» trata de «borrar» una parte de la historia de España e «imponer una verdad única» sobre el pasado.

La retirada de la estatua de Franco fue debatida la pasada semana en una comisión del Parlamento de Melilla y Vox optó por la abstención en la votación para llevar el asunto al Pleno de la Asamblea. Sin embargo, ya ha anunciado que allí sus diputados votarán «rotundamente» en contra.

El partido liderado por Santiago Abascal defiende que esta estatua representa al «comandante Franco» y no le afecta la Ley de Memoria Histórica, ya que conmemora la llegada de la Legión a Melilla en la guerra contra Marruecos en el año 1921, permitiendo «mantener la ciudad de Melilla bajo el control de España».

«No ataca a ningún grupo de población o ideología, ni tiene que ver con ningún hecho sucedido a partir de 1936, por lo que no rige sobre ella la Ley de Memoria Histórica, una ley que Vox tiene la firme voluntad de derogar cuando llegue al Gobierno», avisa.

En cualquier caso, asume que la retirada será aprobada por el Pleno con los votos del PSOE, CPM y Ciudadanos y ya adelanta que exigirá que se salvaguarde «la integridad» de la obra, «su acceso» a los melillenses y que se mantenga la conmemoración de este episodio de la historia «gracias al cual Melilla sigue siendo España».