El presidente de la Comunidad de Murcia Fernando López Miras acompañado por la vicepresidenta Isabel Franco, durante la rueda de prensa que han ofrecido este viernes, donde ha anunciado que tres diputados de Ciudadanos votarán en contra de a moción de censura. | Marcial Guillén

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Ciudadanos y PSOE han acusado al PP de «comprar» a tres diputados de la región de Murcia para frenar la moción de censura contra el Gobierno de la comunidad.

El portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, ha acusado al PP de «haber comprado tres bocas» -en referencia a tres diputados de Cs en la región de Murcia- para tapar su corrupción en la región: «Nadie puede tener la más mínima duda de que se han vendido, el PP ha comprado su silencio». Son las primeras explicaciones públicas que se dan desde la dirección nacional del partido a lo sucedido en las últimas horas, después de que tres diputados de Cs en Murcia hayan frustrado la moción de censura pactada con el PSOE para romper la coalición de gobierno que los naranjas tenían con el PP.

Por su partes, el PSOE murciano ha pedido la dimisión de los tres diputados regionales de Cs que han frustrado con su entrada en el Gobierno autonómico la moción de censura de ambos partidos contra el PP y entreguen su acta por «no tener vergüenza» y dejarse «sobornar y comprar» y «arrodillarse ante sus verdaderos amos». En rueda de prensa este viernes, su secretario general, Diego Conesa, que ha avanzado que la moción sigue adelante y se debatirá la próxima semana, no ha aclarado si aceptaría los votos de los tres diputados del Vox expulsados de este partido, a los que Cs ha propuesto un acuerdo para que la apoyen, tras ver cómo la incorporación al Ejecutivo murciano de diputados naranjas acababa con la mayoría absoluta. En su opinión, la moción es ahora más necesaria que nunca tras haberse producido «el mayor caso de corrupción política» y «perpetrado «el mayor ataque a nuestra democracia en la historia de «España» por parte de un PP «condenado por corrupción y perdedor de las elecciones» autonómicas.

Los tres tránsfugas «han manchado las instituciones y el nombre de la región y la ciudadanía cuando necesitamos ejemplaridad y transparencia», ha añadido.
El PP «solo saber moverse en la corrupción ahora con la mayor compra de votos y voluntades en toda regla y el soborno a quienes se han dejado comprar a cambio de vender la región, que no tienen vergüenza», ha indicado.

Conesa ha agregado que «la ciudadanía no olvidará esta traición que han perpetrado y no pueden estar ni un minuto más en la Asamblea estos tres tránsfugas traidores no solo a su partido, sino también a la región. Han roto no solo la disciplina de partido, sino también la voluntad popular, la apuesta por la regeneración» en las urnas en 2019. Según sus palabras, la región se merece «un gobierno regenerador, centrado, fuerte y estable, el compuesto por las 23 firmas que Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez han vendido de manera indigna en 24 horas. Antes o después -ha remachado-, lo lograremos, porque la región lo necesita por higiene democrática».

Además, Consea ha afirmado que sabían que «el PP haría lo posible por defender el cortijo, pues les va la vida en ello en la zona cero en España de la corrupción y sus redes clientelares, sus prácticas mafiosas y la compra de votos y de poder», pero les han «mirado a los ojos y nunca van a poder esconder la vergüenza y su traición». El PSOE, según ha dicho, está centrado en la propuesta programática que se presentará en la moción de censura y la dinámica de trabajo prevista junto a Cs hasta el momento en el que debata.

Conesa estaba flanqueado por la cúpula del partido y el candidato a alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, quien tras calificar de «asqueroso democráticamente» lo ocurrido al venderse «algunos por un sillón y un plato de lentejas», ha avanzado que la moción de censura en el ayuntamiento será el 25 de marzo a mediodía, porque no hay en ella «ninguna fisura», lo que ha ratificado hoy el portavoz de los ediles de Cs, Mario Gómez.

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Proceso de expulsión

Por otra parte, la coordinadora de Cs en la Región de Murcia, Ana Martínez Vidal, ha dicho este viernes que el partido ha abierto expediente de expulsión a los tres diputados autonómicos nombrados consejeros por el presidente de Murcia, Fernando López Miras, y que dan al traste con la moción de censura con el PSOE, que se debatirá en la Asamblea Regional. «Cada uno de los 45 diputados tendremos que decidir entre corrupción o dignidad, una dignidad que para algunos», Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez, nombrados consejeros naranjas, «tiene un precio: 76.000 euros anuales y un chófer en la puerta», ha señalado Martínez Vidal en una comparecencia en su sede en la que ha remarcado que ya no forman parte del grupo parlamentario.

Según sus palabras, los seis diputados de Cs en el Parlamento murciano firmaron la moción de censura el martes por la noche libre y voluntariamente, en una reunión de más de dos horas en la que cada uno pudo expresar lo que pensaba y ninguno manifestó estar en contra de la moción.

«Al contrario, comprometieron su voto a favor y durante dos días han ratificado constantemente esa voluntad. Los que hoy han dado este paso tendrán que retratarse ante todos y ante la palabra dada. Nuestros afiliados y votantes sienten vergüenza ante esta subasta de voluntades», ha dicho.

Ha desvelado que son sus concejales en el Ayuntamiento de Murcia y los tres diputados regionales que quedan en el grupo parlamentario -Juan José Molina, portavoz del grupo parlamentario; y Alberto Castillo, presidente de la Cámara; y ella- los que cuentan desde este jueves con protección policial del Ministerio del Interior ante posibles escraches.

«El seguimiento, las amenazas y el acoso a Cs en esta región es el triste resultado de luchar y denunciar la corrupción», pero «si los corruptos creen que van a intimidar a aquellos que realmente somos de Cs, se equivocan. Seguiremos luchando, con más fuerza que nunca, pensando siempre en lo mejor para todos los ciudadanos», ha añadido.

En su opinión, «hemos asistido al mayor caso de corrupción política en una región asolada por 26 años de Gobierno de un PP que ha hecho de esa corrupción una forma de entender la política». Cs nació para combatirla y lo hará «hasta la extenuación, venga de donde venga» y se sumó al Gobierno de coalición con el PP «con la esperanza de propiciar un cambio en ese modo de entender la política y la gestión pública, pero ha sido imposible: nos han robado esa posibilidad», ha afirmado. «Miramos entonces a la primera fuerza en la Asamblea para impulsar con ella la regeneración que demandaban los ciudadanos, indignados con el 'vacunagate', los contratos irregulares, el capitalismo de amiguetes, la red clientelar, el abuso de poder y la creencia de que la región es suya, su cortijo», ha agregado.

Finalmente, ha declarado que los murcianos «no merecen estos espectáculos en plena pandemia» cuando junto con el PSOE, Cs ofrece «un gobierno estable, fiable y transparente».