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El volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, lleva tres semanas ya en erupción y la lava afecta ya a una superficie de 525,77 hectáreas (33,02 más que el día previo). Los servicios de emergencias siguen muy pendientes de la nueva colada surgida tras la caída del cono y que discurre al norte.

El nuevo río de lava que se liberó al derrumbarse el flanco norte transporta consigo, flotando, bloques de roca del tamaño de un edificio de tres pisos, según ha advertido el Instituto Geológico y Minero de España a través de un vídeo que ha difundido a través de sus redes sociales.

La colada sigue su ruta camino al mar, donde podría llegar en las próximas horas.

Según el servicio europeo Copernicus, hay 1.281 edificaciones afectadas. En cuanto a la superficie de cultivos, se cifran en 132 las hectáreas con daños.

Respecto a la columna de cenizas, alcanzó ayer una altura de 3.500 metros. A pesar de la mejoría en las condiciones meteorológicas de las últimas horas, este lunes se espera un giro a componente oeste del viento entre los niveles de 2.500 a 5.500 metros, lo que provocará un desplazamiento del penacho de cenizas que podría afectar a la operatividad del aeropuerto de La Palma.

La emisión de dióxido de azufre (SO2) sigue registrando valores altos, acordes al proceso eruptivo, y alejados, por el momento, de los umbrales máximos permitidos en cuanto a calidad del aire.

Y en cuanto al delta lávico o fajana, continúa extendiendo su superficie y avanzando en la profundidad del mar hasta situar su frente sobre la cabecera de un cañón marino.