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Un total de 3.794.900 contratos de trabajo firmados en el pasado ejercicio, el 23,88% del total, fueron suscritos por empleados que contaban con un nivel de formación mayor a la actividad que debían desempeñar, y entre los jóvenes el porcentaje se elevó al 27,41%.

Así se desprende del Informe del Mercado de Trabajo Estatal 2021 elaborado con datos del 2020 por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

El 23,88% se distribuye entre personas contratadas para lo que el SEPE considera actividades básicas, entre las que se encuentran servicios de restauración, personales, de protección o vendedores, entre otros, pero que contaban con una formación de bachillerato o de grado medio (12,03%), o bien con estudios universitarios o formación profesional (6,38%).

El restante 5,46% corresponde a trabajadores contratados para desempeñar cargos medios, entre los que el SEPE incluye técnicos, profesionales de apoyo, empleados contables o administrativos y que poseían estudios universitarios o formación profesional.

En el caso de los jóvenes, la sobrecualificación se acentúa todavía más. El 27,41% de las contrataciones realizadas en 2020 a personas menores de 30 años se realizó a trabajadores con un nivel formativo mayor que el requerido para el grupo de ocupación.

La tendencia es similar a la general, pues aquellos jóvenes con estudios de bachillerato o grado medio sumados a los que tenían estudios universitarios o una formación profesional contratados para actividades básicas fueron un 22,02%. Los contratados para actividades medias con estudios universitarios o formación profesional fueron un 5,38%.

La cifra general representa, además, un avance relativo de las contrataciones de trabajadores sobrecualificados respecto a 2019, ya que, según los datos de ese año, estas representaron un 18,85% del total de contrataciones, aunque la cifra absoluta fue mayor (4.225.902) debido a que se trataba de la situación previa a la pandemia.

De hecho, hubo un 29,1% menos de contratos registrados en 2020, pero la caída fue especialmente pronunciada entre los trabajadores con un nivel similar entre su formación y su tarea (-34%) y los infracualificados (-57,4%). En este caso, pasaron de casi 5,9 millones de contrataciones en 2019 a 2,5 millones en 2020, representando el 15,8% del total frente al 26,28% que suponían el año previo a la pandemia.

En concreto, de ese 15,8% de contrataciones de trabajadores infracualificados en 2020, un 12,78% correspondían a personas con estudios de primaria o secundaria que desempeñarían cargos medios, como técnicos, profesionales de apoyo, empleados contables o administrativos, entre otros.