G Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo (i) y Pepe Álvarez (d), respectivamente, atienden a los medios de comunicación antes de reunirse en Barcelona con los responsables autonómicos de los dos sindicatos para abordar el contenido de la reforma laboral. | Quique García

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CCOO y UGT han pedido este viernes el voto favorable de todos los partidos a la reforma laboral, especialmente los de izquierda, a los que ha emplazado a no hacer «el tonto», ya que su 'no' significaría la ruptura del bloque de investidura, «que no es un tema menor con el escenario político que tenemos encima».

En una rueda de prensa en Barcelona, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, han pedido que la reforma laboral se convalide el próximo jueves en el Congreso «por convicción democrática», ya que se aprobó mediante el diálogo social y es una «buena reforma». El líder de CCOO ha alertado de que las consecuencias políticas de no aprobar la reforma laboral serían «evidentes» y ha asegurado que si no se convalida se consolidaría la ruptura del bloque de investidura y esto lo tienen que valorar los partidos.

«Ojo al escenario político que tenemos encima», ha dicho Sordo, que ha mencionado la participación de líderes de extrema derecha este fin de semana en Madrid en un acto de Vox. Álvarez ha pedido «seriedad» y ha asegurado que no se trata de una ley de punto y final en la legislatura, sino de convalidar los puntos que acordaron los agentes sociales y los sindicatos y que van en la línea apuntada por Bruselas para que España pueda acceder a los fondos europeos.

Los secretarios generales de CCOO y UGT han iniciado en Barcelona una serie de reuniones con los responsables de los dos sindicatos para abordar el contenido de la reforma laboral pactada por el Gobierno y los agentes sociales a una semana de su votación en el Congreso, cuando todavía no cuenta con el apoyo necesario para su convalidación. Álvarez ha insistido en que estamos ante un acuerdo «realmente importante» que nos permite abordar los «problemas endémicos» del mercado laboral relacionados con la precariedad y la temporalidad. «Esta es una reforma que se ha de valorar por los puntos que hemos tocado», ha dicho Álvarez, y ha recordado que hay elementos que no se han tratado, como algunos que reclaman ERC o PNV, y que se pueden plantear y negociar más adelante.

Por ello, ha apuntado que no han renunciado a cuestiones como aumentar las indemnizaciones por despido, pero ha dicho que esos puntos que no están incluidos en el acuerdo alcanzado entre Gobierno y agentes sociales que tienen que formar parte de una negociación posterior, a la vez que ha mencionado que nadie ha hecho este tipo de propuestas en los últimos años y «cuando empezamos a desmontar la reforma del PP, se acuerdan», ha afeado. El líder de UGT apuesta por que la reforma laboral se apruebe con una mayoría muy amplia y sin ningún tipo de modificación, a la vez que ve «injustificable» que un partido con aspiraciones de gobernar España, como el PP, no apoye un acuerdo alcanzado entre Gobierno y los agentes sociales.

Unai Sordo ha destacado que la reforma incluye muchas medidas que suponen una mejora de los derechos laborales de los trabajadores y consolida una política laboral que es «diametralmente distinta» a la que se adoptó en otras crisis, lo que ha permitido salvar más de 3 millones de puestos de trabajo y recuperar las tasas de empleo. Por ello, cree que no es razonable estar viviendo estas tensiones para su convalidación, cuya negativa sería como «avalar la reforma laboral de 2012». También ha mostrado su preocupación por la «frivolidad» con que se está abordando este asunto, que es fruto del acuerdo social, y ha recordado que hay más de dos millones de trabajadores afiliados a los dos sindicatos mayoritarios. «Esta es una reforma que tienen que apoyar todos los partidos por legitimidad democrática», ha aseverado, por lo que también ha pedido al conjunto de partidos que la apoyen porque viene avalada por el diálogo social, y ha añadido que tanto PP como Ciudadanos tendrían que aprobarla por una cuestión democrática.