Su eliminación, con excepciones, se aprobará en el Consejo de Ministros del 19 de abril.

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Las mascarillas van a dejar de ser obligatorias en espacios interiores el próximo 20 de abril, fecha en la que se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el Real Decreto que lo regula y que, el 19 de abril, se aprobará en el Consejo de Ministros. Así lo ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras la celebración del Consejo Interterritorial que se está realizando en Toledo. Se trata de una petición que ya han realizado varias comunidades autónomas, como por ejemplo Madrid, al considerar que ya no es una medida efectiva para controlar la transmisión del coronavirus.

«En España hemos ido dando las respuestas estratégicas en cada momento en el que la situación de la pandemia lo ha requerido. Gracias a los altísimos niveles de inmunización que tiene la población, la situación epidemiológica es actualmente favorable», ha explicado la ministra. No obstante, Darias ha puntualizado que habrá en determinadas situaciones en las que sí serán obligatoria. En ese sentido, el último informe de 'Posicionamiento de la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta sobre el uso de mascarillas en espacios interiores' destaca la necesidad de que el uso de la mascarilla sólo sea obligatoria para trabajadores y visitantes de centros asistenciales y personas ingresadas cuando estén en espacios compartidos fuera de su habitación o en centros sociosanitarios; y en el transporte público.

Asimismo, aconseja no utilizar la mascarilla por parte de los alumnos en el ámbito escolar y realizar un uso responsable de la misma entre la población vulnerable en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros; y profesores con factores de vulnerabilidad. En el ámbito laboral, donde su uso quedará a expensas de cada empresa, la ponencia aconseja utilizar la mascarilla siempre que el trabajo deba realizarse a distancia interpersonal de menos de 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio; y en el entorno familiar, las reuniones de amigos y celebraciones privadas. Finalmente, recomienda su uso en espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan como los comercios (centros comerciales, supermercados o pequeño comercio); espacios cerrados en los que las personas permanecen tiempo sin comer ni beber (cines, teatros, salas de conciertos y museos) y en espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo (bares, restaurantes y locales de ocio nocturno).

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La mascarilla en interiores ha sido la última medida no farmacológica que quedaba vigente tras dos años de pandemia. El propio presidente Pedro Sánchez ya avanzó hace semanas que su fin estaba cerca, aunque no fijó una fecha concreta. Desde el Ministerio de Sanidad, la ministra Carolina Darias se ha mantenido siempre cauta, insistiendo en que se iba a ir «paso a paso, tomando medidas desde la prudencia, desde la progresividad y desde la gradualidad» y advirtiendo de que la medida se aprobaría «cuando las personas expertas que nos asesoran también lo propongan».

Reacciones

El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, considera que «no es el momento de quitar las mascarillas en interiores hasta que no veamos la incidencia acumulada más baja». No obstante, sí ve positivo que se haya esperado para hacerlo a después de la Semana Santa. A su modo de ver, se «debería haber comenzado primero con los escolares, valorarlo en función de resultados y luego avanzar».

El epidemiólogo Maties Torrent siempre ha defendido que se debería esperar a que mejorase el tiempo para quitar esta restricción. «El 19 de abril es después de Semana Santa y esperemos que el tiempos haya mejorado definitivamente», sostiene. Además, añade que es muy importante que haya una buena ventilación, así como que se siga utilizando la protección facial cuando se tenga cualquier síntoma respiratorio.

Por su parte, al virólogo y profesor de la Autónoma de Madrid, José Antonio López Guerrero, considera que se trata de una medida aceptable y le parece acertado haber esperado a retirar la mascarilla a que haya pasado la Semana Santa. «Insistir en que dejamos de estar bajo la tutela del Gobierno, pero la falta de obligatoriedad de llevar la mascarilla nunca será una obligación de no llevarla. Por lo tanto, nuestra responsabilidad será seguir llevándola en aquellos entornos en los que consideremos que puede ser beneficioso». En este sentido, sostiene que incluso en exteriores es conveniente llevarla si hay aglomeraciones, como grandes eventos deportivos.

El apunte

Baleares, preparada para la retirada

Baleares está preparada para la retirada de la mascarilla, según aseguró la consellera de Salut Patricia Gómez. «Las mascarillas han evitado muchos contagios pero también es normal que, socialmente, la gente esté cansada». En las Islas, la hospitalización por COVID-19 es estable con 83 personas en planta y 20 en UCI, «pero hay que estar sobre aviso porque hay muchos contagios, todos tenemos a gente infectada alrededor», dijo este martes Gómez.