El portavoz de ERC, Gabriel Rufián (i), habla con el de Unidas Podemos, Pablo Echenique, antes del inicio de la reunión de la Junta de Portavoces en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados en Madrid, este martes, en una jornada larga por el escándalo del espionaje con Pegasus. | Efe

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La escena de la política nacional anda revolucionada en las últimas horas con motivo de las revelaciones conocidas a raíz del espionaje con Pegasus. Este martes todos los partidos representados en el Congreso de los Diputados han querido abundar en sus análisis mientras fuentes de Moncloa piden no elucubrar ni especular con escenarios ficticios ni presuntas manos negras, tras conocerse que los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa han sido objeto de ciberespionaje mediante este avanzado sistema tecnológico de origen israelí.

El Partido Popular (PP), principal partido de la oposición a través de su portavoz en la cámara alta, Javier Maroto, ha pedido al jefe del ejecutivo Pedro Sánchez que aclare si conocía desde hace más de un año que su móvil estaba siendo espiado a través del sistema Pegasus y le ha vuelto a afear que incluya a Bildu y la CUP en la comisión de secretos oficiales del Congreso. «O no se ha enterado de que su teléfono había sido espiado, o si se ha enterado, lo ha ocultado, y cualquiera de los dos escenarios es serio y preocupante», ha proclamado Maroto en una rueda de prensa desde la sede del Senado.

En este contexto, ha avanzado que el Grupo Popular en esta instancia pedirá explicaciones sobre este tema al Gobierno en el próximo pleno de la semana que viene, al que no acudirá Sánchez, pero que sí que espera que pueda comparecer el ministro para la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. En cualquier caso, Maroto ha asegurado que su formación «siempre va a estar apoyando a las instituciones del ordenamiento jurídico».

Uno de los principales socios del Gobierno, el PNV, ha advertido este martes de que el ataque contra los móviles gubernamentales no «empaña ni oculta» la necesidad de aclarar el espionaje a independentistas a través de una comisión de investigación. «Una cosa no puede tapar a la otra y todo tiene que ser investigado», ha sostenido su portavoz Aitor Esteban en rueda de prensa en el Congreso, donde ha advertido a los socialistas que están «absolutamente equivocados» si rechazan la comisión de investigación, porque este órgano y no la comisión de gastos reservados, a puerta cerrada, es lo que lo «necesario porque la confianza se ha quebrado absolutamente».

Por su parte el portavoz de ERC en la cámara baja Gabriel Rufián ha vuelto a avisar de que este caso es un «escándalo de dimensiones mayúsculas» que «se puede cargar la legislatura». En su turno de palabra ante los medios de comunicación el político independentista ha asegurado que el Gobierno de coalición tiene «credibilidad cero» y que sus explicaciones han sido «patéticas», pues hace cinco días se negaba el espionaje a políticos independentistas con 'Pegasus' y ahora «pasan de supuestos culpables a víctimas».

«Y entiendo el escepticismo porque (lo de Sánchez) son supuestos espionajes de hace un año y nos lo dicen ahora, pero ya me da lo mismo, me da igual si es una cortina de humo o no», ha añadido. A su juicio, el tema se agrava con el hecho de que «el móvil más protegido» del país, en referencia al del presidente, fuera espiado de forma ilegal. «Como demócrata, me escandaliza que los máximos responsables de los servicios de inteligencia no haya sido capaces de evitarlo y se enteren un año después».

Finalmente, el portavoz de Ciudadanos (Cs) Edmundo Bal ha cargado contra Pedro Sánchez y contra Bolaños por dejar «a los pies de los caballos» al CNI. El naranja ha exigido la comparecencia del presidente para que explique el espionaje a políticos mientras que cree que el ministro de Presidencia debe asumir responsabilidades. En este sentido, ha dicho que Bolaños no tenía que haberlo hecho público y ha puesto «en tela de juicio» la información que aportó al denunciar que los móviles de Sánchez y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, habían sido espiados: «No me cabe en la cabeza que el CNI no haya tenido conocimiento de esa intrusión durante un año». Bal piensa que si el Gobierno durante un año no ha tenido constancia de que los móviles de Sánchez y Robles habían sido 'pinchados' es una negligencia y «un agujero en la seguridad», pero si lo sabía «es todavía peor», ha dicho, porque decidió «contentar a los nacionalismos» a cambio de «humillar a los servicios secretos».

El apunte

El momento de las dimisiones

Mientras el alma socialista del ejecutivo pide a ciudadanos e informadores no caer en conclusiones precipitadas antes de tener toda la información del escándalo del espionaje a independentistas e incluso al presidente Pedro Sánchez, la otra parte del Gobierno se mueve.

En este sentido el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha proclamado que es el momento de «asumir responsabilidades políticas de motu propio» por el «escándalo» de Pegasus, aunque por «responsabilidad» ha eludido «poner nombres propios» de aquellos que deben renunciar a sus cargos. Pero sí ha deslizado que es evidente que un posible ámbito es el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dependiente del Ministerio de Defensa.