Alberto Núñez Feijóo. | Lavandeira jr

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Alberto Núñez Feijóo ha puesto fin definitivamente a su etapa como presidente gallego este jueves con la última reunión de su Gobierno, aunque en funciones, a la espera de que la próxima semana Alfonso Rueda ocupe el cargo que el nuevo líder del PP desempeñó durante algo más de trece años de forma consecutiva. El 20 de abril de 2009 durante la toma de posesión de sus primeros conselleiros, Núñez Feijóo declaró sentirse «orgulloso de encabezar un grupo de gallegos capaces, eficaces y comprometidos» que tenía como deberes responder como un «Gobierno diez» -en alusión al número de integrantes de su primer Ejecutivo- a los retos que tenían los gallegos entonces por delante. Poco más de trece años después, ya dimitido del cargo y en funciones, ha vuelto declararse «orgulloso» de toda su etapa, especialmente de dejar a Galicia como una de las comunidades «más cordiales» y la que tiene la sociedad «menos fragmentada» de aquellas que tienen a «nacionalistas» en sus parlamentos. Además, Núñez Feijóo se ha mostrado «orgulloso» de los datos educativos y sanitarios durante su etapa y de dejar «un país fiable y solvente económicamente».

«No he tenido más compromiso que servir a Galicia, ningún otro interés, ninguna hipoteca, de ningún modo... Es de lo que estoy más orgulloso, de mantener la independencia de criterio, de acción, de decisiones todo este tiempo sin ningún tipo de interferencia ni otro interés que servir a Galicia de modo incondicional», ha continuado relatando su opinión sobre sus años de gobierno. «Me voy probablemente en el mejor momento político, con las mayores cotas de bienestar y las mayores expectativas económicas a pesar de la situación sombría en España en su conjunto», ha declarado. También ha habido espacio en su intervención para la autocrítica: «Hice mal todo en lo que me equivoqué», ha concedido en un homenaje a su antecesor en el PP Mariano Rajoy sin especificar ningún error concreto. Esas equivocaciones, ha continuado, fueron unas veces por no tener la información adecuada y otras por no tener «la cintura adecuada» para cambiar de opinión, y es que «durante tanto tiempo -en un cargo- uno se equivoca, por eso intentará mejorar», ha prometido. Sobre su relación con Galicia en el futuro ha pedido «estar atentos», ya que ha prometido «no defraudar» si alguna vez tiene «responsabilidades adicionales» a las que ha disfrutado durante cuatro legislaturas consecutivas al frente del Gobierno gallego. Sobre su sustituto, Alfonso Rueda, ha destacado que conoce muy bien a los integrantes del gabinete ya que lleva «el mismo tiempo» que él en el Gobierno, desde 2009.

«Tiene una opinión fundada sobre cada uno de ellos, conoce su valía, su capacidad de trabajo, su compromiso, su honorabilidad y su honestidad», por lo que seguro que en la toma de decisiones para nombrar a un nuevo ejecutivo pesarán «estas consideraciones y su conocimiento» para imprimir «su impronta, sus modificaciones y su reorientación». «Le corresponde a él y hará muy bien en trasladar las decisiones que tome a aquellos que vayan a tener responsabilidades en el gobierno en primer lugar y después al resto de ciudadanos (...) Yo trabajaba así», ha señalado, tras mostrase convencido de que Rueda acertará porque tiene «muchísima información, formación y experiencia de gobierno», ha concluido. «Y tras este testamento vital (...) hasta siempre o hasta luego...O hasta cando ustedes quieran», se ha despedido.