Yolanda Díaz durante la cumbre internacional en Valencia. | Manuel Bruque

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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este viernes un nuevo método para fiscalizar las horas extras. El anuncio se ha producido durante una cumbre internacional en Valencia sobre la semana laboral de cuatro días, medida con la que Díaz concuerda. Durante la cumbre, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha hecho sobre todo hincapié en las excesivas horas extras que se realizan en España y ha anunciado «un nuevo algoritmo desde Inspección de Trabajo para fiscalizar las horas extra», del que todavía no se tienen detalles concretos.

Díaz ha asegurado que es «imprescindible» reducirlo y ha abogado por fórmulas flexibles como bolsas de horas acordadas entre trabajador y empresa o excedencias formativas como en los «modelos nórdicos». La vicepresidenta ha incidido en que la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año refleja que cada semana en España se realizan 6,6 millones de horas extraordinarias semanales y 27 millones de horas extra al mes. De ellas, ha advertido la vicepresidenta, el 44 % no se pagan, lo que supone cerca de «2,9 millones de horas extraordinarias sin recibir compensación alguna», ha lamentado. «Esta realidad es inaceptable», ha subrayado. Eso sí, ha recalcado que, pese a lo desorbitado de la cifra, es la tasa más baja desde 2011. «Pero yo no me voy a conformar», ha dicho.

Díaz ha rechazado que pretende separar el trabajo de la vida personal, abogando por una mayor conciliación y una fiscalización más precisa de las horas extras. También se ha mostrado a favor de la reducción de la semana laboral a cuatro días. «No se puede entender el trabajo como una situación de alerta permanente, plena disponibilidad e incompatibilidad con cualquier otra actividad humana». «Y esto no es una hipérbole, esto está pasando en España», ha afirmado. Antes de intervenir, en declaraciones a los medios, no ha querido valorar las palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que ha tachado la propuesta de electoralista. «Nunca valoro las declaraciones de los agentes sociales», ha recalcado. En cualquier caso, ha destacado que la cumbre es de máxima actualidad e interés porque «el derecho del trabajo nace de la mano de la discusión del tiempo del trabajo», por lo que se ha mostrado dispuesta a reflexionar sobre «cuánto y cómo trabajar» y cómo opera este tiempo en la productividad.