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El Gobierno abre la puerta a extender más allá del 30 de junio, fecha en la que caduca, el plan contra las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, que incluye entre sus medidas la ayuda de 20 céntimos para afrontar el precio de los carburantes o la subida de un 15% del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha admitido por primera vez que el tiempo para el que se previó el decreto anticrisis -tres meses- puede haber sido insuficiente, teniendo en cuenta que el conflicto provocado por la invasión de Ucrania que planeó el presidente ruso, Vladimir Putin, no tiene visos de terminar pronto.

«Si quiere un titular, nos abrimos a que se pueda prorrogar», ha lanzado el jefe del Ejecutivo desde Bruselas, donde este lunes y este martes se ha celebrado un Consejo Europeo extraordinario en el que se han acordado nuevas sanciones contra Rusia. En una comparecencia con preguntas, el presidente ha justificado su postura señalando que la vigencia de tres meses que se introdujo en el decreto «correspondía a ir viendo cómo evolucionaba la guerra». «El Gobierno es el mismo que protegió a los españoles en la pandemia y ahora haremos lo mismo», ha añadido. Así, aunque no ha señalado cuándo anunciará la decisión, sí ha avanzado que será antes del 30 de junio.

El anuncio de Sánchez ha llegado después de que la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, no aclarase qué iba a pasar pese a las preguntas de los periodistas, aunque sí había dejado caer algo en ese sentido. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, quiso "mandar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía" porque el Gobierno, señaló, iba a trabajar "para proteger a los españoles". "Es un Gobierno con un claro compromiso social y así seguiremos actuando", apuntó antes de aclarar que iban a darse el tiempo necesario -"hasta que terminase la vigencia del decreto"- para estudiar las posibilidades.

Las medidas a prorrogar, otra incógnita

Con todo, la incógnita ya no es solo si el decreto se prorrogará más allá del 30 de junio o no, sino también qué medidas del plan aumentarán su vigencia. Y es que la prórroga del mismo no quiere decir que todas las medidas vayan a ser validadas de nuevo. Más que nada, por el alto coste del plan, que alcanza los 16.000 millones de euros: 6.000 millones en ayudas directas y otros 10.000 millones en forma de créditos ICO (Instituto de Crédito Oficial).

Cabe destacar, además, que no todas las medidas han tenido la misma efectividad. Sin ir más lejos, el descuento de 20 céntimos en el precio del litro de combustible a cargo del Estado no ha logrado amortiguar la escalada de precios de la gasolina y el diésel. El día 1 de abril, en el que entró en vigor la ayuda, el precio medio por litro de la gasolina sin plomo 95 se quedó en los 1,817 euros. A finales del mismo mes alcanzó los 1,855 euros por litro, algo nunca visto. La sin plomo 98, siempre más cara, llegó a superar los 2 euros por litro. El gasóleo A se comportó de igual manera, sorprendiendo incluso más aún al superar en precio por litro a la gasolina: paso de los 1,852 euros a los 1,877 euros.

En este sentido, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ya dejó entrever el cabreo del Gobierno con las petroleras y advirtió de que pondrían fin a esa subvención si no surtía efecto. Fue en una entrevista a comienzos de este mes en la que instó a las compañías a "arrimar el hombro" para que bajaran los precios de los carburantes.

"Si vemos que alguna medida hace que se mantengan los precios porque los operadores están absorbiendo la ayuda, no seguiremos con esa ayuda», precisó la vicepresidenta, que añadió que el Ejecutivo estaba siguiendo "muy de cerca" el mercado de carburantes.