Concentración en defensa de la Sierra de la Culebra por el incendio forestal, en Zamora. | Efe

TW
0

Únicamente dos de las dieciocho torretas antincendios existentes en la Sierra de la Culebra (Zamora) se encontraban activas, durante tarde del 15 de junio, cuando se inició el fuego que ha calcinado cerca de 30.000 hectáreas en esa reserva de caza y en el valle del Tera. Este dato lo ha ofrecido este jueves la secretaria de Organización del PSOE de Castilla y León, Ana Sánchez, quien ha abundado en la falta de medios al sostener, también durante una rueda de prensa, que únicamente estaban operativas esa jornada cuatro de quince cuadrillas terrestres y una de las cinco nocturnas. Del mismo modo, la también parlamentaria autonómica socialista ha detallado que ese día solo estaban activas tres de las seis cuadrillas helitransportadas y ocho de las catorce autobombas.

«Las cifras son demoledoras», ha concluido Ana Sánchez, quien ha anunciado la presentación de un conjunto de preguntas en las Cortes de Castilla y León para que sean respondidas por el Ejecutivo autonómico sobre el operativo disponible durante el incendio de la Sierra de la Culebra. Ana Sánchez ha sostenido que el hecho de que únicamente funcionaran dos de las torretas de vigilancia para detectar incendios de forma prematura es motivo suficiente para que el titular de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Súarez-Quiñones, dimitiera.

Ese ha sido el primero de una «cadena de despropósitos» que a su juicio ha desencadenado la magnitud del incendio, ya que el sistema de satélites Copernicus ya había alertado previamente de la ola de calor extremo que se prolongaba desde hacía varias jornadas. Ana Sánchez ha denunciado además la «falta total y absoluta de transparencia» por parte de la Junta sobre la gestión de este incendio. Se ha preguntado cómo es posible que en algunos momentos del incendio de la Sierra de la Culebra hubiera más medios de extinción de la Junta de Castilla-La Mancha que de la Junta de Castilla y León y «a nadie se le caiga la cara de vergüenza» por ello.