La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, y el diputado de EH Bildu Oskar Matute durante un pleno del Congreso. Últimamente los abertzales han votado numerosas iniciativas del ejecutivo, como por ejemplo el plan para paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania. | Efe

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El expresidente del Gobierno Felipe González ha afirmado este miércoles que «no iría a nada» con EH Bildu y que, ante la ley de Memoria Democrática impulsada por el Gobierno, ha expresado su temor a que «las memoria se conviertan en desmemorias». González ha hecho estas declaraciones a los medios antes de participar en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en la localidad de San Lorenzo de El Escorial (Madrid). Preguntado por el acuerdo que el Gobierno ha alcanzado con la izquierda abertzale para salvar la ley de Memoria Democrática en el Congreso tras pactar algunas enmiendas, González ha respondido: «Yo no iría a nada con Bildu».

Entre los acuerdos alcanzados con la formación vasca, está crear una comisión técnica de estudio que analizará vulneraciones de derechos humanos a personas «por su lucha por la consolidación de la democracia» desde 1978 hasta finales de 1983, año de inicio de la actuación de los GAL al comienzo del primer gobierno de González. El exjefe del Ejecutivo ha reiterado que prefiere conocer «a fondo» el texto de la ley, pero ha agregado: «Pero me temo que las memorias se conviertan en desmemorias». Al mismo asunto se refirió ayer, martes, en Santander, cuando aseguró que no había leído la norma pero que «no le suena bien».

Por su parte, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha lamentado también este miércoles que el Ejecutivo «haya caído en un pacto con Bildu» para la aprobación del dictamen de la ley de memoria democrática y ha añadido que, «si el propio Felipe González decía que le sonaba muy mal», a él «peor». Rajoy se ha expresado así a preguntas de los periodistas acerca de que la ley llegue hasta 1983, tras participar en un encuentro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander sobre el futuro de España, en el que han intervenido también el resto de expresidentes.

«ETA fue contra la Transición española y contra la Constitución. Y ahora resulta triste y absolutamente lamentable que el Gobierno haya caído en este pacto con Bildu», ha afeado. Rajoy ha subrayado que ETA fue «un enemigo declarado» de la Constitución. «Fue la etapa en la que atentó con más saña contra la gente y en la que más personas murieron y se vieron privadas de derechos y libertades», ha incidido. A juicio del exdirigente popular, la Constitución trajo «cuarenta y muchos años de buen vivir a los españoles y años muy positivos para España». El expresidente ha afirmado que «hay cosas por las que no se puede pasar porque no las entiende nadie». «Ayer, el propio Felipe González decía que le sonaba muy mal; a mí me suena peor», ha apostillado Rajoy.

El apunte

Leer antes de criticar

Ante estos planteamientos el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha aconsejado leer el texto de la Ley de Memoria Democrática antes de criticarla y se ha quejado de que se use el terrorismo de ETA como «arma arrojadiza» reprochando al Gobierno sus acuerdos con Bildu. En rueda de prensa en el Congreso y al ser preguntado por las críticas a la nueva ley que han llegado incluso de filas socialistas, Héctor Gómez ha insistido en que esta norma cumple con los parámetros y los objetivos planteados por el Gobierno, con lo que rechaza que se considere una cesión a otros grupos como Bildu.

Antes de criticarla «hay que leer la ley» y por ello se ha negado a «entrar en disputas y declaraciones» con quienes la censuran. «Si no ha han leído, no merece una manifestación por mi parte», ha zanjado. Y en cuanto a los reproches de PP, Vox y Ciudadanos por haber sacado adelante la ley con apoyo de la izquierda abertzale heredera de Batasuna, se ha quejado de que haya grupos parlamentarios que «usen el terrorismo como arma arrojadiza» y ha recordado que el pacto antiterrorista establecía que, sin violencia, todo es defendible en política.