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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado unos minutos tarde este miércoles al desfile del 12 de octubre y ha hecho esperar a los Reyes, que han retrasado su bajada del coche oficial para que el jefe del Ejecutivo se uniera a la comitiva que tenía que recibirlos. A las 11.00 horas de este miércoles, en la plaza de Lima de Madrid estaban ya situados esperando a los monarcas la ministra de Defensa, Margarita Robles; el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida; pero no Sánchez.

La megafonía ha anunciado entonces que la comitiva de los Reyes estaba ya realizando parte del recorrido hasta la tribuna de honor. Cuando el coche oficial ha llegado a la plaza de Lima, se ha podido escuchar a los servicios de protocolo de Casa Real pidiendo que no se abrieran las puertas del coche hasta que llegara el presidente. Sánchez ha aparecido entonces en su coche oficial pocos segundos después y ya entonces los Reyes han descendido del vehículo y dado inicio oficial a los actos. El retraso del jefe del Ejecutivo no le ha librado de los pitos, abucheos e incluso insultos de una parte de la ciudadanía, que ha pedido a gritos su dimisión.

El desfile del 12 de octubre recupera este año esplendor tras las restricciones impuestas en las dos últimas ediciones por la pandemia. Participan más de 4.000 militares, 150 militares y 84 aeronaves arropados por miles de ciudadanos que desde primera hora de la mañana han inundado con banderas de España el paseo de la Castellana. En las tribunales principales están los miembros del Gobierno, representantes de las principales instituciones del Estado y líderes de los partidos políticos, que han tenido incluso oportunidad de intercambiar algunas palabras antes del inicio del desfile. Se ha podido ver hablando por ejemplo a los líderes del PP y de Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha realizando andando una parte del recorrido --desde el Ministerio hasta la plaza de Lima--, un trayecto durante el que también ha sido pitada por algunos de los congregados.