Imagen de una protesta en las Islas por la situación de la Atención Primaria. | Teresa Ayuga

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«Los médicos de familia no estamos para tapar agujeros», le dice a Efe el presidente de la sociedad médica de Atención Primaria (Semergen), José Polo, quien advierte que la mala gestión autonómica les está abocando a la ruina, cargando sobre la plantilla burocracia y trabas para prescribir una simple prueba diagnóstica. Y es que no hay equidad en las prestaciones de los 3.000 centros de salud y 10.000 consultorios que hay en España. Según en qué autonomía esté el centro sanitario, un médico de familia puede o no prescribir una resonancia o una endoscopia que, de hacerse, evita derivar al paciente a un especialista y engrosar una lista de espera para una prueba diagnóstica.

Para este médico de familia, otra «gotera» del sistema está en el escaso presupuesto que las comunidades destinan a la Atención Primaria, algo que no asocia a un partido político sino a la gestión propia de cada autonomía. A modo de ejemplo recuerda que en España se asigna a la Atención Primaria el 14 % del gasto sanitario público, desde el 11 % que dedica la Comunidad de Madrid, el más bajo, al 18 % de Andalucía, el más elevado, «ambas gobernadas por el Partido Popular».

Desde Semergen advierten de que los médicos de familia llevan reclamando desde hace años que se procure a este nivel asistencial el 25% del gasto sanitario público. «Y estamos once puntos por debajo», asevera. En opinión del presidente de Semergen, la Atención Primaria vivió un «verdadero impulso» en los años 80 y 90, pero con la transferencia de las competencias sanitarias, dice, «todo ha ido a peor».

Y un «segundo agujero» de este nivel asistencial es la falta de recursos y de previsión, ya que no se tuvo en cuenta, pese a los avisos de las sociedades médicas, la avalancha de jubilaciones de la generación 'baby boom' para las que no hay reemplazo generacional.

Desde la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), su presidenta Remedios Martín afirma que no hay recambio aunque salgan muchas plazas MIR, y eso pasa «porque no se ha planificado en años anteriores». Según el informe del Ministerio de Sanidad «Oferta-Necesidades de Especialistas Médicos 2021-2035» hay diecisiete especialidades deficitarias. La lista la lidera la Medicina de Familia pero también están anestesiología y reanimación, geriatría, psiquiatría, radiodiagnóstico o pediatría. Martín propone como solución que las 17 especialidades deficitarias se lleven todas las plazas MIR.

«Hay que planificar en función de las necesidades», dice, por lo que el resto de las plazas que no son deficitarias quedarían paradas o desiertas durante un tiempo.

Martín también aboga por recuperar en las universidades «las bondades del médico de familia» que se están perdiendo debido a la precariedad laboral e insistir en las zonas rurales «donde faltan médicos, hay centros cerrados y la infraestructura está anticuada». Es el caso de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura o Aragón donde hay centros rurales con mala conexión con hospitales e historias clínicas sin digitalizar, lo que entorpece la prescripción.

El 60 % de los 36.247 médicos de familia que hay en España tiene más de 50 años y de ellos el 33,2 % más de 60, según un informe del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada. Por comunidades, la plantilla más envejecida (más de 60) está en Castilla y León, Aragón, Andalucía y Galicia, además de Ceuta y Melilla.

Precisamente y según este estudio, en Galicia es donde se detectaría un mayor déficit de médicos de aquí a 2026 por las jubilaciones de la generación 'baby boom' y la falta de facultativos de reemplazo, seguida de la Comunitat Valenciana, Andalucía y Castilla y León.

El presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Antonio Fernández-Pro, comparte con sus colegas que el principal problema está en el gestor autonómico «los hay buenos y malos» pero también pone el foco en la «sangría» de médicos que se van de España. «Hay que cortarlo de alguna manera», dice.

Y para ello propone crear escenarios sugerentes. «Podemos formar médicos a mansalva, pero hacer un médico supone once años y no tiene sentido invertir en ello si luego se van» señala. Fernández-Pro insiste en la necesidad de fijar a los médicos en el sistema pero sobre todo en el ámbito rural, donde hay muchísimos problemas de cobertura. «Hay que crear escenarios que den estabilidad profesional y fomenten la conciliación familiar» plantea el presidente de la SEMG para poner fin a la fuga de talento y cerrar otro de los «agujeros» de este primer nivel asistencial.