JxCat se enfrentará a un consejo nacional extraordinario. | Efe

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Sectores de JxCat, críticos con la decisión de abandonar el gobierno catalán, reclaman la convocatoria de un consejo nacional extraordinario -máximo órgano de decisión entre congresos- para abordar una nueva estrategia política tras la decisión de las bases de romper el Ejecutivo de coalición con ERC. Así se desprende de una de las propuestas de resolución que se votará en el consejo nacional que celebrará JxCat este sábado en El Prat de Llobregat (Barcelona), en la que también piden que se convoque una Convención Municipalista en un plazo máximo de dos meses para encarar «con éxito» las elecciones locales de 2023.

Hace días estaba previsto que, en este consejo nacional, se sometiera a votación una propuesta que exigía al exvicepresidente del partido Francesc de Dalmases que dejase su acta de diputado en el Parlament por intimidar a una periodista del programa FAQS de TV3, después de que un documento interno de Junts corroborase que obró erróneamente. Pero la resolución contra Dalmases se retiró finalmente después de una negociación abierta entre este sector contrario a la salida del Govern y la dirección actual del partido. En su lugar, para evitar un choque interno, ambas partes acordaron una nueva resolución menos beligerante -la que será elevada este fin de semana en el Consejo Nacional- en la que se pide la celebración de un Consejo Nacional extraordinario, que fuentes consultadas sitúan para el 17 de diciembre, como también de una Convención Municipalista.

Esas negociaciones entre los sectores críticos y la dirección del partido también sirvieron para pactar el nombre del sustituto de Dalmases: el elegido fue Jordi Fàbrega, considerado de consenso por las diferentes sensibilidades de Junts. De hecho, en el preámbulo de la resolución que con toda probabilidad se aprobará el sábado, los firmantes (entre los que figuran numerosos exaltos cargos del Govern, cuadros territoriales de JxCat y varios diputados en el Parlament) consideran que la llegada de Fàbrega a la vicepresidencia supone «una oportunidad imprescindible para cohesionar la dirección y el partido».