El líder de Vox, Santiago Abascal, durante el pleno extraordinario del Congreso de los Diputados celebrado este jueves en Madrid para votar una amplia reforma impulsada por el Gobierno para eliminar el delito de sedición y rebajar las penas del de malversación, que también implica cambios en el Poder Judicial. | Kiko Huesca

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La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha rechazado este jueves la pretensión del PP, Vox y Ciudadanos de suspender la sesión plenaria sobre la reforma penal de la sedición hasta que el Tribunal Constitucional decida sobre las enmiendas impugnadas. Al continuar la sesión, los diputados de Vox han abandonado el hemiciclo. Poco después de las 15.15 horas de este jueves, Batet ha abierto la sesión plenaria convocada exprofeso para aprobar la ley que suprime el delito de sedición, reforma el de malversación y cambia las mayorías del Consejo General del Poder Judicial para nombrar magistrados del Tribunal Constitucional, y lo ha hecho sin que el tribunal de garantías se haya pronunciado sobre el recurso interpuesto por el PP para evitar que se voten las enmiendas destinadas a desbloquear la renovación de este órgano constitucional.

Los magistrados del Constitucional se reunieron a la una de la tarde para decidir si admitían el recurso del PP que pide paralizar de forma cautelarísima la tramitación parlamentaria de las citadas enmiendas, por las que se modifica el sistema de elección y la llegada al TC de los dos candidatos nominados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y de los dos que corresponde nombrar al Gobierno.

Antes de empezar el debate de la ley, los portavoces de Vox, Iván Espinosa de los Monteros; de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y del PP, Cuca Gamarra, han tomado la palabra desde su escaño para pedir que se suspenda la sesión plenaria hasta la próxima semana para dar tiempo a que resuelva el TC, pero la presidenta se ha negado defendido la autonomía del Poder Legislativo. El primero en intervenir ha sido Espinosa de los Monteros quien ha denunciado que las enmiendas cuestionadas por el PP y también por su grupo, esconden una «reforma espuria del artículo 159 de la Constitución», que regula la elección de miembros del Tribunal Constitucional.

A continuación, ha hablado la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, para dejar constancia de las diversas «irregularidades» en la que, a su juicio, se ha incurrido en la tramitación de esta proposición de ley y para quejarse de que la Mesa del Congreso no se haya pronunciado aún sobre los recursos interpuestos por su grupo parlamentario. «Lo mínimo que podría hacer es reunir a la Mesa, resolver sobre esos escritos y no celebrar el Pleno hasta que el TC resuelva.

Le digo lo mismo que a la señora (Carme) Forcadell en 2017: señora Batet, no permita esto», ha dicho, rememorando el discurso que pronunció entonces en el Parlamento catalán durante el debate de las denominadas 'leyes de desconexión'. Y también la portavoz 'popular', Cuca Gamarra, ha denunciado que los órganos del Congreso no han resuelto los recursos de amparo presentados por el PP durante el trámite parlamentario. «No debiera iniciarse el debate cuando los trámites previos no se han agotado y todavía deben resolverse algunas cuestiones que afectan a los derechos fundamentales de los diputados», ha argumentado.

Tras escuchar todas las peticiones, Batet ha empezado por aclarar que no pensaba contestar a las «comparaciones personales» realizadas por Arrimadas. «No podemos hacer de esto una cuestión personal», ha advertido. A continuación, ha explicado que al Congreso «no se le ha comunicado formalmente la interposición de ningún recurso» ni «ninguna resolución tomada por el TC al respecto». «Por lo tanto, no hay razón ni obstáculo para continuar con el procedimiento legislativo previsto», ha explicado.