Vox presenta un veto a la ley del aborto porque «desprecia» la vida humana | Efe

TW
3

Vox ha presentado este miércoles en el Senado un veto a la ley que reforma el texto de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, alegando de que se trata de un texto que «desprecia» la vida humana, la objeción de conciencia y «duda» de la capacidad paterna de cuidar a los hijos. A través de un comunicado, los de Santiago Abascal recuerdan que su formación «defiende la vida desde la concepción hasta su extinción natural», mientras que esta ley, impulsada por el Ministerio de Igualdad, «desprecia el más fundamental de los derechos, en contra del derecho natural, del bien común y de la sacralidad de la vida humana».

Los senadores de Vox denuncian que con esta legislación, amparada por Europa, se esté considerando al aborto como un derecho reproductivo, convirtiendo «lo que era un delito (un mal), en un derecho (bien)». A su juicio, «en ningún caso puede catalogarse como derecho matar a otro ser humano». La formación insta al Gobierno en su escrito de veto a cumplir con la «obligación de protección del no nacido que se deduce de la interpretación --de mínimos-- del artículo 15 Constitución Española». Además, le acusa de ser «obstinado en fomentar la cultura de la muerte».

Además, consideran que esta norma supone un «ataque frontal a las normas que rigen las profesiones sanitarias». «Porque obvia el Código de Deontología Médica, que establece la obligación de los médicos de respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud», han explicado los senadores. También creen que el reconocimiento que se hace de la objeción de conciencia es «condicionado», puesto que, a su juicio, «se garantiza el derecho a objetar para las personas profesionales sanitarias, siempre que haya otra persona dispuesta a practicar el aborto».

En este sentido, Vox denuncia que la ley «excluye de su derecho a objetar a los sanitarios que no estén directamente implicados». «Vox defiende que los profesionales cuya implicación en el aborto no sea directa, pero sí necesaria y real, deben poder acogerse a su derecho a objetar», han explicado. Respecto a la gestación subrogada, la formación que preside Santiago Abascal lamenta que no dé solución alguna sabiendo que «de facto se llevan a cabo acuerdos de gestación por sustitución a sabiendas de su nulidad». Así, proponen «promover además las reformas normativas necesarias para prohibir y sancionar la gestación subrogada llevada a cabo por los españoles, tanto dentro como fuera de España».

Por otra parte, los senadores de Vox denuncian que la ley elimine el plazo de reflexión de tres días previo a la práctica del aborto que opera en la actualidad, así como la obligatoriedad de proporcionar, cuando la mujer lo requiera, información acerca de los recursos y las ayudas disponibles para continuar con el embarazo. «No se puede hablar de libertad si se ofrece una única vía posible, la del aborto, y se busca en cambio ocultar otras alternativas que garantizarían la vida del no nacido o, cuando menos, harían que la decisión de abortar se adoptase teniendo el conocimiento de todas las posibilidades y las terribles secuelas y efectos de dicha práctica», advierten los representantes del partido en la Cámara alta.

Pero el veto también recoge otras denuncias, como que «se ignora absolutamente a la figura del padre» en el texto, no reconociéndosele «ninguna intervención en la decisión que puede suponer la muerte de su hijo no nacido»; o la desconfianza que, a su juicio, se recoge, sobre «la voluntad y la capacidad de los padres para cuidar del bien de sus hijos». «Prueba de ello es la incorporación de que en caso de discrepancia entre la menor y los llamados a prestar el consentimiento por representación, los conflictos se resolverán conforme a lo dispuesto en la legislación civil por la autoridad judicial», destaca Vox.