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La nueva entente hispano-marroquí sellada por Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, esta semana en Rabat, irá más allá de las fronteras de ambos países. De hecho, España pretende que Marruecos sea su puerta al mercado africano, con mucho por expandirse; y Marruecos, que España se lo devuelva "profundizando" en la "relación estratégica" que tiene con la Unión Europea. Para ello, el Ejecutivo aprovechará la presidencia rotatoria europea, pese al grave correctivo dado por el Parlamento Europeo al país norafricano la semana pasada en forma de votación, que criticaba la situación de libertad de prensa del país norafricano y la supuesta trama de sobornos para ganar influencia en Bruselas.

Así consta en el punto cinco de la declaración conjunta que firmaron ambos ejecutivos el pasado jueves y como resumen de lo acordado durante la reunión de alto nivel (RAN) que celebraron en la capital marroquí. Además de "saludar" la "proyección internacional y multidimensional" de España, Marruecos también "destaca la importancia que concede a la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2023. "En particular", añade el párrafo, "para la profundización de las relaciones privilegiadas de Marruecos con la Unión Europea y para el fortalecimiento de las relaciones euro-mediterráneas, euroárabes y euro-africanas".

También lo destacó Sánchez en el Plenario que reunió a la mitad de cada gobierno, con 11 ministros españoles y 14 del país vecino. "Marruecos se ha distinguido por su estatuto avanzado en la Unión Europea, y en ese contexto la presidencia española del Consejo de la Unión Europea ofrece este año una oportunidad para dar aquí también un salto cualitativo. Animamos a Marruecos a ello y nos ofrecemos para colaborar en lo que podamos", apuntó el presidente, que declaró que España quiere "dar contenido concreto" a su "vocación de ser el puente entre Europa y África".

Este acuerdo, que está incluido dentro de los 74 que se pactaron en una declaración conjunta, no es baladí. Por el momento y por los actores a los que involucra, ya que la relación de Marruecos con los Veintisiete no pasa por su mejor momento. De hecho, la semana pasada el parlamento marroquí dijo que iba a "reconsiderar" su relación con la Eurocámara después de la aprobación de una resolución donde se criticaba la situación de libertad de prensa del país africano y la supuesta trama de sobornos para ganar influencia en Bruselas.

La resolución de la Eurocámara pedía además la liberación de periodistas críticos condenados. Asimismo, también instaba a prohibir el acceso a la Eurocámara a los representantes marroquíes mientras se investiga el caso de corrupción "Catargate" en el que también podría estar involucrado Marruecos, un asunto obviado en el debate. "Vamos a enviar el acta y el comunicado de prensa resultante de este pleno a la Presidencia del Parlamento Europeo, así como las decisiones que se tomarán posteriormente", reaccionó Rachid Talbi, portavoz de la Cámara de Representantes marroquí.

Esa resolución también puso en un aprieto a Sánchez, ya que los socialistas españoles se saltaron la disciplina de voto de sus colegas europeos y votaron en contra de una resolución que salió por mayoría en la Eurocámara y que también apoyó el PP. "Es una resolución, hablo como secretario general del PSOE, que no hemos compartido en alguno de sus elementos", dijo sin más el presidente en la rueda de prensa que ofreció junto a Emmanuel Macron, jefe del Ejecutivo francés, en Barcelona. "Nuestras relaciones bilaterales [con Marruecos] gozan de buena salud", añadió después, dando a entender que priorizaba que la RAN que iba a celebrarse días después fuera un éxito. En ese encuentro, no obstante, el presidente logró que Marruecos asegurara que seguirá "colaborando" con el Consejo de Europa "con el objetivo central de acercar las normas marroquíes a las normas europeas en todos los ámbitos".