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Hacía años que Mariano Rajoy y José María Aznar no compartían escenario. "Podrían ser ocho años, o más", tratan de atinar en Génova. Pero muchos más aún en que ambos ex presidentes del Partido Popular exhibieran su unión en público tras una ruptura que no se esforzaron por ocultar. En la tarde de ayer ocurrió lo que varios asistentes tildaron de "imposible". Feijóo logró unir a ambas almas populares. Y, además, que estas dos se fundieran en un abrazo "de la reconciliación por España", tal y como lo interpretó miembros del nuevo equipo de la dirección nacional.

El héroe de esta escena no era otro que Feijóo. Los barones regionales coincidían en señalar al presidente de su partido como el artífice de la fotografía única. "Feijóo ha sido hábil", sostenía un barón mientras se formaba la foto conjunta del equipo sobre el escenario en el que momentos previos los ex líderes aupaban al nuevo candidato a La Moncloa. La única alterativa para "acabar con el Gobierno Frankenstein" de Pedro Sánchez.

Lo que ayer se vivió entre las cristaleras de Calatrava era más bien lo que en los inicios de la pandemia se decía la vuelta a la normalidad. A nadie se le escapaba que un año atrás estaban a punto de vivir uno de sus episodios más traumáticos del partido. Pero ahí estaban: unidos, sin Casado, pero con Aznar y Rajoy por primera vez en años elogiándose mutuamente. El primero se refirió a su sucesor como "querido amigo y colega de tantos años y tantas batallas", mientras este se la devolvió agradeciéndole el "honor" que fue formar parte del Gobierno de Aznar.

"Hemos recuperado lo irreconciliable", valoraban fuentes de Génova, que logró un doble cometido. Con la puesta en escena, se envió un mensaje de unidad a toda la plana del PP a pocas semanas de cumplir el primer aniversario de la marcha de Casado. Y también se emitió un recado a los votantes, sobre todo, de Vox.

Asimismo, pusieron en valor la figura de Feijóo como el líder que logra aunar los perfiles de sus antecesores. "Aznar tiene capacidad de atraer mucho votante de Vox, aunque agita a los de Podemos; Rajoy quita menos votos a Abascal pero no moviliza a la izquierda". Y en este momento, lo que busca Feijóo es tanto rascar votos de Vox, como no dar motivos a la izquierda para que vote al PSOE.

Las dos almas del PP, aunadas en Feijóo

Mariano Rajoy llegó a Génova a dedo y por elección de Aznar. Una decisión que le saldría mal al histórico popular, porque con Rajoy acabaron de aflorar las dos corrientes del partido: los aznaristas -liberales y centristas- y marianistas -menos ideológicos y autonomistas-. La relación entre ambos no era buena- como admiten fuentes cercanas.

Y es que, primero, Aznar nunca comprendió por qué Rajoy no continuaba la estela que había marcado durante su legislatura. Por ejemplo, por qué no derogó la ley de Memoria Histórica. Segundo, porque Rajoy acabó por marcar perfil propio cuando llegó a la Moncloa. El marianismo se hizo fuerte, mientras el aznarismo se convertía en oposición interna. Y eso lo captaban las cámaras: las fotos que ambos se hacían eran "tensas".

El sucesor de Rajoy, por primera vez a través de primarias, prometía devolver el alma aznarista al partido, dado que, Pablo Casado bebía de esta corriente. No obstante, su guerra personal con Isabel Díaz Ayuso le dejó fuera de juego. No solo los barones se posicionaron con la presidenta de Madrid, también Aznar. De nuevo, la cuerda volvió a tensionarse.

No ha sido hasta la llegada de Alberto Núñez Feijóo y más concretamente hasta la celebración de esta Intermunicipal en Valencia, cuando las dos almas del PP se han reconciliado y han aunado fuerzas con el líder de Génova.