El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. | Reuters

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La Administración de Joe Biden está dispuesta a seguir dialogando con España respecto a la descontaminación de la zona que se vio afectada por el accidente nuclear ocurrido en 1966 en Palomares (Almería), según ha indicado un portavoz del Departamento de Estado a Europa Press. Washington responde así después de que el Gobierno español haya trasladado una «petición oficial» a la Administración Biden para la retirada de las tierras que quedaron contaminadas a raíz del suceso ocurrido hace casi seis décadas, confirmada por fuentes diplomáticas españolas.

Estados Unidos, ha recordado el portavoz, ya llevó a cabo una operación de descontaminación tras el accidente ocurrido el 17 de enero de 1966 entre dos aparatos estadounidenses, un avión cisterna KC-135 y un bombardero estratégico B-52, chocaron en plena maniobra de reabastecimiento, provocando la caída de cuatro bombas termonucleares que dejaron contaminadas con americio y plutonio 40 hectáreas de suelo.

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Asimismo, ha habido reuniones con altos cargos gubernamentales españoles «en numerosas ocasiones para discutir un abanico de cuestiones bilaterales, incluido una descontaminación adicional del lugar», ha reconocido. En este sentido, el portavoz del Departamento de Estado que ahora encabeza Antony Blinken ha señalado a Europa Press que «la Administración Biden-Harris está abierta a seguir dialogando sobre esta cuestión», si bien no ha aclarado si se hará sobre la base del acuerdo alcanzado en 2015.

Según adelantó El País, el Gobierno ha decidido recuperar el acuerdo no escrito alcanzado en 2015 con la Administración de Barack Obama que prevé que Estados Unidos se encargue de llevarse a su territorio las tierras que quedaron contaminadas a raíz del accidente, y por eso ha trasladado una petición formal a Washington. El 19 de octubre de 2015 el entonces ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, firmaran una declaración de intenciones en la que ambos países se comprometieron a una «rehabilitación mayor» del entorno de Palomares y a acometer el traslado de tierra contaminada a un «emplazamiento adecuado» en Estados Unidos.

En la rueda de prensa conjunta, Margallo declaró que el acuerdo permitiría «reparar un error cometido hace 50 años». «Bien está lo que bien acaba», valoró. Sin embargo, entonces no se detallaron ni los plazos de ejecución ni qué país se haría cargo de financiar el programa de rehabilitación aunque insistieron en la voluntad de ambas partes de hacerlo «cuanto antes». En aquella declaración Estados Unidos manifestó su deseo de «prestar la asistencia necesaria» para lograr el objetivo de lograr una «mayor rehabilitación» del entorno de Palomares, y se comprometió a convenir «el depósito de las tierras contaminadas en un emplazamiento adecuado» en el país norteamericano.