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Hace unos meses el presidente de Vox, Santiago Abascal, señalaba su intención de presentar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Tras anunciar a Ramón Tamames como candidato y registrar su segunda moción en lo que va de legislatura, finalmente este martes arrancará el debate en el que exigirán la responsabilidad política del Ejecutivo.

La última moción de censura, celebrada en 2020, contó con el propio Abascal como candidato y fracasó al recibir solo el apoyo de los 52 diputados de Vox y ninguna abstención. Sin embargo, esta vez el PP de Alberto Núñez Feijóo no votará en contra como hizo el de Casado en su momento, sino que se abstendrá.

En este sentido, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha asegurado que se desentenderá de Vox durante el debate de la moción de censura, al considerar que este no es el camino porque dará "oxígeno" a Sánchez con una "victoria parlamentaria", y se centrará en "evidenciar las carencias" del Gobierno "temerario", "agotado" e "inflamado" de PSOE y Unidas Podemos. Así, la formación afirma que hay "motivos para censurar y cambiar" al Ejecutivo, pero apunta al 28 de mayo como la primera oportunidad para empezar a sacar a Sánchez de La Moncloa.

"Circo", "show" o "espectáculo" son algunos de los adjetivos con los que han calificado los dirigentes 'populares' a esta moción de censura, puesto que consideran que la misma ya ha empezado a pasar factura a los de Abascal. Y es que desde Génova estiman que Vox se equivoca de estrategia porque después de los choques entre PSOE y Podemos, la moción puede servir de "pegamento" y visualizar unidad en el seno de la coalición.

Asimismo, creen que el debate servirá para evidenciar la "debilidad" tanto de Vox como del Gobierno de Sánchez por haber utilizado este instrumento parlamentario en su propio beneficio, de forma "partidista" y buscando "visibilidad mediática".

Tamames y Abascal, 'poli bueno' y 'poli malo'

Los impulsores de la moción de censura, por su parte, se repartirán los papeles de 'poli bueno' y 'poli malo' para sus intervenciones en el Congreso: el líder de Vox tiene previsto adoptar un tono muy duro, mientras que el candidato a la Presidencia del Gobierno intercalará sus críticas con propuestas alternativas y un perfil más contenido.

Fuentes de Vox han adelantado que, aunque no tenga límite de tiempo, el discurso de Santiago Abascal no será muy extenso, pero sí muy crítico con el Gobierno. En su intervención hará un repaso de todas las políticas de Sánchez desde su llegada a Moncloa y las consecuencias que, a su juicio, tienen para la ciudadanía.

El propio Abascal ha explicado durante las últimas semanas que el objetivo es "retratar" a Pedro Sánchez, y para ello hará hincapié en sus pactos con partidos separatistas y Bildu, el "asalto" a la separación de poderes o leyes como la ley trans, el 'solo sí es sí', la ley de memoria, la de eutanasia, la reforma del aborto o la ley de bienestar animal.

En cambio, el tono de Tamames será más suave, aunque censurará muchas de las políticas del Ejecutivo y hará una radiografía de la situación actual de España, propondrá medidas que a su juicio ayudarían a mejorar el país y huirá de los calificativos más gruesos. De hecho, durante los últimos días ya ha evitado compartir la idea de Vox de que el gobierno de Sánchez es el peor de la historia del país, aunque sí ha apuntado que es "uno de los peores".

Si bien el discurso del candidato, cuyo borrador ha sido filtrado esta semana, ha sido trabajado de forma conjunta, en las réplicas será donde el economista tenga más libertad de acción. Vox asume que Tamames tiene una línea propia como candidato "independiente" y han dado por buenas las contradicciones entre muchos de sus postulados y los del partido, pero subrayan que coinciden en una idea común: desalojar a Sánchez de Moncloa.

Los socialistas confrontarán los modelos de PP y Vox

La postura del PSOE durante el debate tendrá el objetivo de contraponer su modelo de país con el de la derecha y la ultraderecha. Pedro Sánchez defenderá las medidas adoptadas por su Ejecutivo y su modelo de país frente a otro "caduco" que representan PP y Vox, asegurando que son cada vez más próximos.

De este modo, el presidente del Gobierno reprochará que el PP haya girado del 'no' a la abstención frente a Vox porque necesita pactar tras las elecciones, tratando así de poner de relieve la "radicalización" de los 'populares' y su acercamiento al partido de Abascal. Sánchez seguirá esa línea pese a que la moción de censura ha sido presentada por Vox, mientras que la oposición ha reiterado su rechazo a la misma.

"El PP de Casado marcó una distancia nítida con la ultraderecha con un discurso duro contra Vox, pero el PP de Feijóo lo que ha hecho es acercarse a Vox", ha afirmado. Los socialistas cargan contra el PP al señalar que en esta ocasión no se pueden abstener porque necesitan a Vox para futuros pactos electorales.

"No cabe llamarse a engaño, la relación de la derecha con la ultraderecha no es la misma desde hace un año, de la colisión en tiempos de Casado hemos pasado a la colusión en tiempos de Feijóo", añadía Sánchez.

Además, dirigentes del PSOE han tratado de vincular a los 'populares' en la organización de la moción al calificar como "reuniones preparatorias" los encuentros que mantuvo el líder del PP con Tamames y Abascal. "Feijóo comió con Tamames y se reunió en secreto con Abascal", afirmó el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, al subrayar que el líder del PP comía con ellos para ir preparando el "plan de la derecha" que pretende cambiar un Gobierno por otro.

Podemos reivindicará la continuidad de la coalición

Unidas Podemos encara la moción de censura de Vox con una defensa de las políticas progresistas del Ejecutivo, hará bandera de los avances del feminismo y la necesidad de reeditar el Gobierno de coalición, para lo cual espera desbloqueo del PSOE en leyes pendientes, con el caso paradigmático de vivienda.

A falta de que se cierre la estrategia de respuesta al debate dentro del Gobierno, diversos sectores del grupo piensan que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tendrá ocasión de intervenir en la réplica y habrá protagonismo de las mujeres en el debate.

El socio minoritario del Gobierno ha reaccionado a la iniciativa de Vox calificándola de "pérdida de tiempo" y proclamando que en vez de ir dirigida contra el Ejecutivo, su razón de ser era la "batalla" dentro de la derecha entre PP y Vox. No obstante, han dejado claro que confrontarán con Vox y rebatirán el discurso de Tamames, que ha sido calificado de "bodrio" y "aspavientos histéricos" de la extrema derecha por parte del portavoz en el Congreso, Pablo Echenique.

Por su parte, Díaz indicó recientemente que se trata de un debate "serio" y de una herramienta "muy importante" que permitirá "contraponer dos modelos de gobierno". En este sentido, en el seno del grupo confederal ven probable que se adopte un modelo similar en la respuesta que ofrezca el Gobierno al que tuvo lugar en la anterior moción de Vox, con intervenciones de las dos fuerzas que conforman el Gobierno.

ERC, Bildu y Más País instarán a Sánchez a ser valiente

Esquerra Republicana (ERC), EH Bildu y Más País no contribuirán al "circo" en el que creen que los de Abascal quieren convertir el Congreso durante la moción y emplazarán al jefe del Ejecutivo a no 'dormirse en los laureles' en el último tramo de la legislatura. Para ello, instarán a Sánchez a impulsar hasta el último momento medidas valientes que sirvan para cerrar el paso a una hipotética alianza que permita gobernar al PP y Vox tras las elecciones generales.

Estos partidos, habituales socios parlamentarios del Gobierno, solo pueden replicar en el debate a Tamames, pero en sus discurso no obviarán a quien le presenta. En principio, utilizarán sus turnos de palabra para repasar las medidas aprobadas a lo largo de la legislatura con el apoyo del bloque de investidura y reclamar a Sánchez que dé cumplimiento a las promesas que aún tiene pendientes.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha confirmado que intervendrá, aunque no agotará su tiempo. Sus dardos no se dirigirán solo a Vox, sino que pedirá cuentas a Sánchez porque es quien está gobernando. "El Gobierno no se puede irse de rosita", anticipó tras su choque con el PSOE por el fracaso de la reforma de la 'ley mordaza'.

Menos pistas sobre sus intenciones ha dado públicamente la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, quien ha desdeñado una moción que ve como una "broma absurda y de mal gusto" que solo busca "alimentar la creciente desafección política", esa con la que, en su opinión, hay que luchar para, entre otras cosas, cerrar el paso a una posible alianza PP-Vox.

"Lucha fratricida" y "circo esperpéntico"

Para el líder de Más País, Íñigo Errejón, esta iniciativa, encabezada por un candidato "paradójico", es como una "autolesión de las derechas" porque no va contra el Gobierno sino "contra el PP". Eso sí, el diputado madrileño insistirá en que el Ejecutivo de coalición no puede condicionar su "salud" a la "insolvencia de su oposición".

Una lectura parecida hace el diputado de Compromís, Joan Baldoví, quien ve este debate como "una lucha fratricida entre la derechita cobarde y heroica". El candidato a la Presidencia de la Generalitat Valenciana ha garantizado que "tratará con todo el respeto debido" a Tamames, aunque ha ironizado con la posibilidad de que ni siquiera recabe el apoyo de los 52 diputados de Vox, a juzgar por algunas de sus declaraciones de las últimas semanas.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha dejado entrever la posibilidad de optar por una intervención corta. Quien sí ha adelantado que su discurso será "muy escueto" es el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, que dejará clara su posición pero no piensa ayudar a que el "circo esperpéntico" que, a su juicio, busca Vox, "vaya más allá".

Ya al margen de los socios del Gobierno, Ciudadanos utilizará la cita para mostrar su modelo de país con propuestas concretas. La portavoz nacional de Ciudadanos, Patricia Guasp, viene reiterando que la moción es "inútil" y ya adelantó a finales de febrero el voto en contra de los 'naranjas'.

De su lado, la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, atacará al PSOE por "alimentar" el "circo organizado por la ultraderecha" en lugar de colaborar con la comisión del Parlamento Europeo que ese mismo día estará en Madrid para investigar el espionaje a independentistas catalanes conocido como 'caso Pegasus'.

El primer grupo en subir a la tribuna en el debate del martes será el Mixto, con la CUP a la cabeza. Su diputada, Mireia Vehí, que también prevé aludir al 'caso Pegasus', augura que el debate dejará claro que "la extrema derecha no sirve ni para ser oposición", aunque Sánchez la utilice para presentar al PSOE como un partido situado "a la izquierda".

También rechazarán la iniciativa Coalición Canaria, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y Teruel Existe, mientras que los dos diputados de Navarra Suma y el de Foro Asturias se abstendrán, igual que sus socios electorales del PP.