El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d) saluda al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (3i), ante los reyes Felipe y Letizia, y su esposa, la primera dama, Rosângela "Janja" da Silva (2i). | Efe - JUANJO MARTIN

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El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresaron este miércoles su anhelo común por lograr la paz en Ucrania, pero evidenciaron sus diferencias sobre la forma de intentar poner fin al conflicto. Esas diferencias («matices» según lo ha denominado Sánchez) se han puesto de manifiesto en la comparecencia que ambos han protagonizado en el Palacio de la Moncloa después de su reunión junto a varios de sus ministros con motivo de la visita a España del presidente brasileño.

La posición de Lula respecto a la guerra en Ucrania ha venido recibiendo críticas tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos y del Gobierno de Zelenski por considerar que pone a las dos partes en conflicto en igualdad de condiciones y por criticar que con el envío de armamento a Kiev se esté alimentando el problema. Él ha querido despejar dudas recalcando junto a Sánchez que desde el inicio de la violación de los derechos de Ucrania por Rusia, Brasil lo condenó.

Pero a renglón seguido ha considerado que «no sirve para nada» decir quién tiene la razón o no y que lo importante es parar la guerra porque solo así se puede dialogar. Su objetivo, según ha insistido, es lograr la unión de un grupo de países que no formen parte del Consejo de Seguridad de la ONU en lo que denomina el «G20 de la paz» para intentar conseguir el fin de la guerra.

Estaría «encantado» de que de ese grupo de países formara parte España, pero Sánchez no se ha manifestado al respecto. Ante la interpretación de que en su viaje a Europa (que ha incluido España y Portugal) ha suavizado sus críticas a la UE sobre Ucrania, ha vuelto a asegurar que su posición ha sido la misma en todo momento. Sí ha recordado que cuando se supo que países como Alemania venderían armamento a Ucrania, él dijo que Brasil no vendería porque no se puede seguir alimentando esta guerra.

«Brasil quiere entrar en una zona de paz. Y espero que quede clara esta posición porque en todos los países me preguntan lo mismo», ha añadido. Preguntado por la posibilidad de que haya pedido a Sánchez que cese el envío de armas a Ucrania, ha señalado que cada país sabe lo que tiene que hacer sin que Brasil interfiera. Pese a asumir que Ucrania es el país invadido, ha lamentado que ni Kiev ni Rusia estén dispuestos a ceder. Además, al plantearle si Crimea o el Donbás cree que son territorio ruso o ucraniano, ha evitado decantarse. «No soy yo el que tiene que decir de quién es Crimea. Cuando uno se sienta a una mesa de negociaciones hay que plantear estas cosas, peor no soy yo quien va a debatir estas cuestiones, sino los rusos y los ucranianos», ha añadido.

Para él, los dos países «deben parar de destruir, parar de atacar y empezar a negociar porque es más barato, más cómodo, más tranquilo y mejor para todos», y ha avanzado que su Gobierno va a hablar tanto con el presidente ruso, Vladímir Putin, como con Zelenski. A su juicio, en realidad no hay interés para hablar de la paz y por eso cree necesario encontrar un grupo de países que estén dispuestos a ello. Lula ha asegurado entender la posición europea al ser en este continente donde se está desarrollando la guerra y ha reconocido que mientras algunos de sus países tienen frontera con Rusia, Brasil está «a 14.000 kilómetros de distancia».

«Por eso estoy en una posición más cómoda. No estoy diciendo si estoy en contra o a favor. Todos estamos en contra de la guerra, pero la guerra está ahí y ahora falta la negociación», ha añadido antes de reprochar a la ONU no haber convocado ya un periodo de sesiones extraordinario para tratar este asunto. Sánchez ha agradecido la implicación de Lula en la búsqueda de la paz en Ucrania y su interés por formar un grupo de países que tengan esa meta.

«España y Brasil deseamos lo mismo, la paz, y para que esta paz sea duradera y justa es importante que nos impliquemos todos, que demos por respetados los principios fundamentales del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas como son la integridad territorial y un orden internacional basado en reglas», ha añadido. Pero después ha asumido las diferencias: «Podemos tener matices. Yo los tengo respecto a alguna de las cosas que ha dicho el presidente Da Silva».

Así, ha pedido no olvidar que en esta guerra hay un agresor, Rusia, y un agredido, el pueblo ucraniano que ha subrayado que lo que hace es luchar por su soberanía nacional y por su libertad. Además, considera que para lograr la paz es fundamental que la voz de Ucrania sea escuchada y que se tenga en cuenta la propuesta de paz de su presidente, Volodímir Zelenski. Sánchez se ha referido a la petición de Lula de hacer una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para afirmar que no cree que lo haga porque considere que está en desuso el sistema multilateral, sino precisamente por lo contrario.