Nick Rose y el pequeño Logan. | Facebook

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A sus tan solo 40 años, Nick Rose ha muerto de cáncer. Sus últimos días de vida los dedicó a buscar una familia adoptiva para su hijo Logan, de 4 años.

A pesar de los tremendos dolores que sufría y de las pocas fuerzas que ya tenía, este británico no desistió en su objetivo y finalmente lo consiguió. Así, Logan vive ahora con una maravillosa familia en Torquay, un pueblo en la costa sur de Inglaterra.

La madre biológica del niño los abandonó tanto a él como al padre al poco tiempo de nacer Logan.

Ahora, los amigos de este hombre están intentando reunir dinero para poder hacerle un funeral. Amy Crompton, una de sus amigas, señala que mucha gente lo conocía y sólo han tenido buenas palabras sobre él. Por ello, han creado una cuenta bancaria con la esperanza de poder darle al británico la despedida que «se merece».